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Muchos estadounidenses con COVID prolongada tienen problemas para acceder a la atención

MIÉRCOLES, 12 de abril de 2023 (HealthDay News) -- Obtener atención en Estados Unidos para los síntomas persistentes de COVID-19 puede ser difícil, lo que afecta la salud a largo plazo y la capacidad de trabajar, encuentra un nuevo estudio.

Los adultos con lo que se conoce como COVID prolongada han tenido unas mayores dificultades con el acceso a y la asequibilidad de la atención de la salud que otros adultos, y estas barreras contra la atención tienen implicaciones para su bienestar, apuntó el investigador principal, Michael Karpman, asociado de investigación del Centro de Políticas de Salud del Instituto Urbano, en Washington, D.C.

Muchos estadounidenses con COVID prolongada tienen problemas para acceder a la atención

"Se necesitan más esfuerzos para desarrollar tratamientos para la COVID prolongada, proveer orientación para los profesionales clínicos, y fijar estándares para definir la atención médicamente necesaria y otras prácticas de las aseguradoras, con el fin de reducir los retrasos en el acceso a las pruebas y los tratamientos", planteó.

Parte del problema es que no existen prueba diagnósticas y tratamientos estándar para la COVID prolongada, apuntó Karpman.

"Los proveedores quizá no tengan suficiente información sobre cómo abordar los problemas de un paciente. Esto podría llevarlos a realizar pruebas innecesarias o hacer remisiones inadecuadas. Sin unos estándares claros de atención, las aseguradoras tal vez denieguen los pagos de algunos servicios", indicó.

El equipo de investigación definió a la COVID prolongada como tener síntomas más allá de cuatro semanas.

Karpman y sus colegas recolectaron los datos de casi 9,500 hombres y mujeres de EE. UU. de 18 a 64 años, que participaron en una encuesta por internet que se realizó del 17 de junio al 5 de julio de 2022.

Un 36 por ciento afirmaron que habían recibido un diagnóstico reciente de COVID-19, y un 22.5 por ciento comentaron que sufrían de COVID prolongada.

Los investigadores encontraron que los que sufrían de COVID prolongada tenían menos probabilidades de recibir la atención de la salud que necesitaban que los que habían tenido COVID, pero no COVID prolongada, o los que nunca habían tenido el virus.

Casi 3 de cada 10 (un 27 por ciento) comentaron que el costo impedía que recibieran la atención necesaria. Encontrar a un médico que acepte a nuevos pacientes fue un problema para un 16 por ciento de las personas que sufrían de COVID prolongada, mientras que un 22 por ciento dijeron que no pudieron obtener una cita oportuna. Los obstáculos de seguro evitaron que casi un 17 por ciento recibieran atención o medicamentos recetados, encontró el equipo de Karpman.

Hay diferencias en los factores demográficos de los adultos con COVID prolongada, pero tras controlar estas diferencias, todos los pacientes con COVID prolongada siguen siendo más propensos a tener dificultades de acceso, comentó Karpman.

Staci Lofton, directora sénior de igualdad de la salud de Families USA, que defiende el acceso a la atención de la salud, señaló que las personas pobres y de las minorías son las más afectadas por la COVID prolongada. Obtener la Seguridad de Ingreso Suplementario (SSI) de la Seguridad Social se ha hecho muy difícil, dijo.

"Hay un creciente número de personas que están solicitando la SSI debido a la COVID prolongada, pero dependiendo de los requisitos de su estado, quizá no califiquen para Medicaid o simplemente no tengan el respaldo de recursos sociales para orientarse a través del proceso", apuntó Lofton, que no participó en el estudio.

El sistema trabaja para disuadir a los individuos de solicitarlo, aseguró.

"Ni siquiera estamos preparados para abordar la COVID prolongada como discapacidad, ni al estigma que conlleva, dada las poblaciones que se ven más afectadas por la COVID. Además, las comunidades negras y marrones, las mismas comunidades con más probabilidades de necesitar atención para la COVID prolongada, son más propensas a estar en un área donde la demanda de atención no se satisfaga bien", dijo Lofton.

Karpman planteó que, para afrontar estos problemas, es necesario acelerar la investigación sobre la COVID prolongada, lanzar ensayos clínicos sobre tratamientos potenciales, y desarrollar directrices clínicas. Recolectar los datos sobre las reclamaciones de atención relacionada con la COVID prolongada ayudará a obtener una imagen más clara, aseguró.

Arielle Kane, directora de iniciativas de Medicaid de Families USA, citó otro problema que tienen las personas con una COVID persistente: "Las personas con COVID prolongada son más propensas a estar trabajando menos horas tras su infección que las que no tuvieron COVID prolongada. Esto afecta tanto a su flujo de efectivo como a su estatus de seguro de salud: los que trabajan menos son más propensos a no tener seguro".

Kane, que no participó en el estudio, dijo que se deben desarrollar estándares de atención a medida que haya más datos clínicos disponibles.

"Por otro lado", aclaró, "las personas con enfermedades complejas con frecuencia necesitan ayuda para orientarse respecto a su cobertura, encontrar proveedores dentro de la red y apelar a las denegaciones de atención. Este tipo de asistencia al consumidor debería estar disponible de forma más amplia, y debería llegar a las personas que hablan español, inglés y otros idiomas. Las personas también necesitan un mejor acceso a las clínicas de COVID prolongada.

"Este problema no va a desaparecer", añadió Kane. "Quizá haya llegado el momento de averiguar cómo integrar la COVID prolongada en el currículo de la facultad de medicina".

El informe se publicó en la edición en línea del 10 de abril de la revista JAMA Network Open.

Más información

Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de EE. UU. ofrecen más información sobre la COVID prolongada.

Artículo por HealthDay, traducido por HolaDoctor.com

FUENTES: Michael Karpman, MPP, Health Policy Center, Urban Institute, Washington, D.C.; Staci Lofton, MPH, JD, senior director, Health Equity, Families USA, Washington, D.C.; Arielle Kane, MS, director, Medicaid Initiatives, Families USA, Washington, D.C.; JAMA Network Open, April 10, 2023, online

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