Doce niños y su entrenador de fútbol habían estado atrapados en una cueva en Tailandia desde el 23 de junio, manteniendo en vilo a familiares, amigos, autoridades, equipos de rescate y a todas las personas que han seguido el caso en el mundo. Ocho de ellos fueron rescatados, pero el reto no solo es sacarlos con vida: su estado de salud podría verse afectado a largo plazo.
El fin de semana comenzó el operativo para sacar de la cueva inundada a los chicos, que son parte de un equipo de fútbol y quedaron atrapados cuando fueron a hacer una excursión al terminar un partido, con su entrenador. Al estar inundada, salir de la cueva había resultado casi imposible.
Ha sido un operativo de rescate sin precedentes: expertos internacionales en buceo en cuevas y SEAL de la marina tailandesa han atravesado el sistema de cuevas subterráneo (está debajo de unas montañas) portando tanques de oxígeno hasta llegar a los niños e ir llevándolos de vuelta. El trayecto dura seis horas
Cuatro niños fueron rescatados el domingo, y cuatro más, el lunes. En la cueva quedan otros cuatro y el entrenador, y aun no se sabe exactamente cuándo los sacarán (las lluvias hacen más difícil el operativo). Que permanezcan con vida es un reto: de acuerdo a las autoridades tailandesas, los niveles de oxígeno en el aire de la cueva disminuyeron peligrosamente a solo 15% el viernes.
El rango de oxígeno óptimo para que una persona pueda respirar normalmente está entre 19.5% y el 23.5%. Mientras más baja el nivel de oxígeno, el cuerpo comienza a experimentar síntomas de debilidad y hay riesgos de hipoxia cerebral; además, los niveles de dióxido de carbono aumentan, así como el riesgo de intoxicación. A su favor está su juventud: los chicos tienen entre 11 y 16 años y el entrenador, 25.
Posible impacto en su bienestar
Los niños rescatados fueron llevados a un centro de salud, donde verificaron su exposición a la falta de oxígeno y fueron atendidos por desnutrición, deshidratación y otros posibles efectos en su salud. El hospital emitió un comunicado indicando que deben asegurarse de que ellos y sus familias estén a salvo porque al haber permanecido en el ambiente de la cueva, podrían haber contraído alguna enfermedad: "Cualquier persona que haya tenido contacto con los niños, incluso su familia cercana, será monitoreada de cerca para asegurarse de que estén libres de enfermedades".
La secretaria de salud de Tailandia, Jessada Chokedamrongsook, dijo que los niños podrían no ver a sus padres durante uno o dos días después del rescate, ya que "serán evaluados por los médicos durante cinco a siete días". Tampoco les han quiénes de sus compañeros fueron rescatados y quiénes aún están en la cueva para no generar ansiedad y afectarlos más emocionalmente.
Carole Lieberman, una psiquiatra que también es buceadora, dijo a CNN que rescatar con vida a estos chicos era "una hazaña increíble". En su opinión, los médicos deben verificar el estrés postraumático y otros efectos psicológicos causados por la falta de oxígeno en la cueva, ya que esto "hace que la gente se sienta menos alerta. Les hace moverse menos. Algunas personas lo describen como estar borracho, y también disminuye su estado de ánimo".
Para Lieberman, es extremadamente importante transmitir las buenas noticias sobre el rescate a los niños: "Eso sería un impulso para su confianza".
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