La dieta del ayuno intermitente es reconocida por beneficiarnos en muchos aspectos, como en la reducción de peso, grasa corporal y colesterol o el aumento de energía y de la función cognitiva. Y una nueva investigación decidió estudiar cómo afecta nuestros ciclos diarios.
Actualmente existe una gran variedad de dietas de moda, y el ayuno intermitente no escapa de la atención de la gente.
Como su nombre lo indica, consiste en no comer nada durante largos períodos de tiempo, para redistribuir las diferentes comidas del día en distintos tramos horarios.
Recientemente, un grupo de científicos de la Universidad de California, en Irvine, EE.UU., investigó el impacto del ayuno en nuestro reloj circadiano. Sus hallazgos fueron publicados en la revista Cell Reports.
Los ciclos diarios de sueño y vigilia, o ritmos circadianos, involucran cambios metabólicos, fisiológicos y de comportamiento, que afectan a todos los tejidos del cuerpo. En nuestro caso, duran 24 horas.
La forma más conocida de influir en el reloj es a través de la exposición a luces brillantes, pero no es la única manera, ya que el consumo de alimentos también tiene gran impacto.
A pesar de que existe información sobre el rol que desempeña la alimentación, se desconoce como puede afectar la falta de alimentos en los ritmos circadianos.
El ayuno y nuestro cuerpo
El ayuno es un fenómeno natural para la mayoría de los animales, ya que la comida no siempre se encuentra disponible. Cuando esto sucede, se producen cambios metabólicos inducidos por diferentes factores, para permitir que el cuerpo se adapte. Estos factores también parecen influir en los ritmos circadianos.
Los autores del nuevo estudio, puntualmente se interesaron en comprender cómo el ayuno influye en los ritmos circadianos en el hígado y los músculos esqueléticos.
Para ello, trabajaron con ratones a los que sometieron a períodos de ayuno de 24 horas, con el objetivo de medir varias funciones fisiológicas. Lo que notaron mientras ayunaban los ratones, es que utilizaban menos oxígeno y energía.
Sin embargo, tan pronto como los ratones comieron, estos cambios fisiológicos se invirtieron. Esto refleja lo que los investigadores han visto previamente en los seres humanos.
El autor principal del estudio, el profesor Paolo Sassone-Corsi, explicó "Descubrimos que el ayuno influye en el reloj circadiano y en diferentes respuestas celulares, que en conjunto, trabajan para lograr una regulación génica temporal".
También señaló que esta dieta afectó a distintos tipos de tejidos en diferentes grados. "El músculo esquelético, por ejemplo, parece ser dos veces más sensible al ayuno que el hígado".
Los científicos creen que tener ciclos claramente definidos, podría explicar por qué el ayuno promueve la buena salud.
¿Cómo nos beneficia?
Luego de analizar los cambios genéticos que ocurren con el ayuno, los expertos necesitan explicar cómo podría beneficiarnos esta práctica.
Sassone-Corsi afirmó: "El ayuno es capaz de reprogramar esencialmente una variedad de respuestas celulares. Por lo tanto, el ayuno óptimo de manera programada sería estratégico para afectar positivamente las funciones celulares y, en última instancia, beneficiar la salud y protegernos contra las enfermedades asociadas al envejecimiento".
Con el paso de los años, se ha vuelto cada vez más claro que la alteración de los ritmos circadianos puede aumentar el riesgo de obesidad y trastornos metabólicos, como la diabetes. Este nuevo trabajo permite comprender por qué podría suceder eso.
El conocimiento sobre la influencia del ayuno en los ritmos circadianos y la expresión de los genes, aún se encuentra en el punto de partida. Sin embargo, los autores esperan que algún día su trabajo permita encontrar el régimen de ayuno óptimo para la salud.
Más información sobre ayuno: