Un nuevo estudio halló que comer mucha fibra podría reportar importantes beneficios para las personas que padecen de diabetes tipo 2, una enfermedad que afecta a 29,1 millones en EE.UU.
La investigación, iniciada hace 6 años, concluyó que una dieta alta en fibra mejoró el control del azúcar en la sangre, permitió la pérdida de peso y mejoró los perfiles de lípidos entre las personas con diabetes tipo 2, en comparación con un grupo control que llevó una dieta normal durante el transcurso del estudio.
Los científicos de Rutgers University, en EE.UU. y Jiao Tong de la Universidad de China, afirman que la evidencia muestra que aumentar el consumo de fibra dietética también podría reequilibrar la flora intestinal, mejorando la digestión de los alimentos y la salud en general.
Importantes conclusiones sobre la fibra
Los participantes del estudio estaban divididos en dos grupos: alto y bajo contenido de fibra (o de control). Ambos tomaron un medicamento llamado acarbosa, un reductor de la glucosa en sangre diseñado para personas con diabetes tipo 2.
El grupo de alto contenido de fibra llevó una dieta que consistía en granos enteros y alimentos tradicionales chinos ricos en fibra dietética y prebióticos, que se sabe ayudan a promover el crecimiento de las bacterias intestinales.
Mientras tanto, el grupo de control recibió educación alimentaria estándar y recomendaciones dietéticas.
Si bien el estudio duró 6 años, ya a los 3 meses, el grupo de la dieta alta en fibra tuvo una mayor reducción de azúcar en sangre, pérdida de peso y mejoría de HbA1c, en comparación con el grupo de control.
Los ácidos provenientes de las fibras crearon un ambiente intestinal que redujo las poblaciones de bacterias perjudiciales y condujo a un aumento de la producción de insulina y a un mejor control de la glucosa en la sangre.
Prevenir la diabetes con los alimentos
Los hallazgos podrían allanar el camino hacia dietas personalizadas con alto contenido de fibra como tratamiento de primera línea para la diabetes tipo 2.
Algunos ejemplos de alimentos con mucha fibra
Pan de grano entero, arroz integral, tomates, zanahorias, cacahuates (maní), pepinos, avena, nueces y semillas, como las de girasol, almendras, pistachos y pacanas, frijoles, manzanas, arándanos, lentejas, lechuga, acelga, espinaca, espárragos, remolachas, champiñones, nabos y calabaza, patatas (papas) y batatas al horno con cáscara, brócoli, alcachofas, y judías verdes (ejotes).
Los investigadores creen que también podría ayudar a frenar las tasas de diagnósticos de diabetes que se incrementan rápidamente, impulsadas por la crisis de obesidad, si las personas no diabéticas también llevaran una dieta rica en fibra.
Ellos estiman que los resultados del estudio publicado en Science apoya la teoría de una microbiota intestinal saludable como un nuevo enfoque nutricional para prevenir y tratar la diabetes tipo 2, la más común, que se presenta cuando el cuerpo no produce o no usa la insulina de manera adecuada. Sin suficiente insulina, la glucosa permanece en la sangre.
Puede traer complicaciones. Con el tiempo, el exceso de glucosa en la sangre puede causar problemas serios: dañar los ojos, los riñones y los nervios. La diabetes también puede causar enfermedades cardíacas, derrames cerebrales y la necesidad de amputar un miembro, informa la Biblioteca Nacional de Medicina de EE.UU.