Las hierbas siguen dando de qué hablar a la hora de combatir el cáncer. Recientemente, un grupo de científicos encontró que ciertas plantas de las Islas Mauricio tendrían compuestos químicos capaces de inhibir la propagación de células cancerosas.
Históricamente las hierbas han sido protagonistas en el desarrollo de fármacos oncológicos y la lucha contra el cáncer. Actualmente muchos investigadores buscan aplicarlas para desarrollar nuevos tratamientos.
Una opción atractiva se encuentra en la República de Mauricio, un país de África Oriental conformado por un grupo de islas en el Océano Índico. Su posición "aislada" y la combinación de temperaturas cálidas y alta humedad, ofrece una variedad de plantas que no pueden encontrarse en otra parte del mundo.
Muchos de los ejemplares de esta región gozan de una amplia aceptación en la medicina tradicional, específicamente por su potencial quimioterapéutico. Sin embargo, los especialistas reconocen que hacen falta más pruebas científicas para corroborar esto.
Por este motivo, es que un grupo de investigadores de Mauricio, Reino Unido y la Universidad Federal del Lejano Oriente (FEFU) en Vladivostok, Rusia, analizaron las propiedades de diferentes hierbas medicinales de las islas, para tratar el cáncer.
Según señalaron los autores, algunas podrían ser de ayuda contra el cáncer de esófago. Las causas específicas de este tipo de cáncer aún son desconocidas, pero la irritación crónica producto del tabaco, alcohol u obesidad podría ser una responsable. Los hallazgos del nuevo trabajo se publicaron en Acta Naturae.
Las plantas
Para el trabajo, los especialistas analizaron cinco tipos de plantas originarias de Mauricio:
- Acalypha integrifolia: arbusto de la familia Euphorbiaceae. Los locales suelen aprovechar la decocción de sus hojas para preparar bebidas contra los parásitos intestinales.
- Labourdonnaisia glauca: árbol perteneciente a la familia Sapotaceae.
- Eugenia tinifolia: perteneciente a la familia Myrtaceae. Aunque se desconocen sus usos específicos, muchas plantas del género Eugenia son elegidas a la hora de preparar infusiones digestivas.
- Dombeya acutangula: pequeño arbusto perteneciente a la familia Malvaceae. También se la conoce como Bois Bete y hasta el momento se desconoce su uso.
- Gaertnera psychotrioides: perteneciente a la familia Rubiaceae. Algunos estudios encontraron que este arbusto tendría efectos antibacteriales.
El potencial de las hierbas
El equipo de investigación probó los extractos de estas plantas, en células in vitro de dos tipos de tumores malignos. Los profesionales encontraron que ciertos químicos en tres de ellas, A. integrifolia, E. tinifolia y L. glauca, inhibieron el crecimiento de células cancerosas esofágicas.
Alexander Kagansky, uno de los autores y director del Centro de Medicina Genómica y Regenerativa de la Escuela de Biomedicina FEFU, reconoció "Mauricio es una isla del tesoro de la biodiversidad global".
Y agregó "Alrededor de un tercio de las plantas locales se utilizan en la medicina tradicional, pero todavía hay una falta de evidencia científica de su potencial terapéutico, mientras que el genocidio de la naturaleza es más evidente en tan pequeños pedazos de paraíso perdido".
Por esta última razón es que el equipo de investigación es consciente de la urgencia de examinar la biodiversidad. Sin embargo, se muestran entusiasmados "Hasta la fecha el 15% de las especies de plantas de la isla han sido examinadas por sus propiedades medicinales, mejor que en muchos otros países", señaló Kagansky.
El autor señaló que la importancia del descubrimiento radica en que el cáncer de esófago es una preocupación mundial, debido a las dietas y los estilos de vida modernos.
La quimioterapia puede ser de ayuda por un tiempo limitado, pero los meses adicionales que las personas obtienen gracias a este tratamiento pueden ser dolorosos ya que los medicamentos son tóxicos y causan efectos secundarios que empeoran la calidad de vida.
Cuidar el ambiente
Muchas personas en todo el mundo tratan el cáncer con distintas hierbas que conocen gracias a la medicina tradicional. Una parte de ellos son investigadores que creen que la biomedicina moderna debería centrarse en encontrar nuevos compuestos anticancerígenos de fuentes naturales, como plantas, hongos y bacterias.
Kagansky sostiene que el futuro de la medicina en todo el mundo depende de la preservación de la biodiversidad. También advierte que el número total de especies vivas está disminuyendo por culpa de las intervenciones humanas y la explotación de recursos naturales.
"Nuestra investigación debería servir en beneficio de la humanidad y demostrar con evidencia que, en el nivel mecanicista, las personas dependen de la química natural. Esta nos recompensará reduciendo la mortalidad y el sufrimiento", concluyó Kagansky.
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