Consumir té caliente a altas temperaturas se asocia con un mayor riesgo de cáncer de esófago en aquellas personas que también beben alcohol y fuman cigarrillos, sugiere un nuevo estudio publicado en la revista Annals of Internal Medicine.
Esta no es la primera advertencia sobre el tema, en el año 2016 un reporte de la Agencia Internacional para la Investigación del Cáncer (IARC), perteneciente a la Organización Mundial de la Salud (OMS), había señalado que el consumo de bebidas muy calientes era "probablemente cancerígeno para los seres humanos".
En ese momento, la revisión del panel de expertos indicó que el consumo de bebidas a temperaturas superiores a 65 grados centígrados – 149 grados Fahrenheit – podría hacer que las personas desarrollen cáncer de esófago.
El cáncer de esófago está aumentando en prevalencia y tiene índices de supervivencia pobres, particularmente en regiones menos desarrolladas. China se encuentra entre los países con la mayor incidencia de cáncer de esófago.
En Estados Unidos, las proyecciones para 2018 de la American Cancer Society indican que aproximadamente 17,290 nuevos casos de cáncer de esófago serán diagnosticados, 13,480 en hombres y 3,810 en mujeres.
Estudio en China
El reciente estudio, el más extenso de su tipo, siguió cerca de 500,000 adultos en China durante un promedio de más de 9 años . Ese país asiático se encuentra entre los países con la mayor incidencia de cáncer de esófago. Los bebedores de té, especialmente los hombres chinos, son más propensos a fumar y beber alcohol.
Los autores encontraron que los participantes que bebieron té a altas temperaturas, consumieron alcohol excesivamente y fumaban tuvieron un riesgo de cáncer de esófago más de 5 veces mayor que aquellos que no tenían ninguno de esos tres hábitos. Sin embargo, ante la ausencia tanto de consumo excesivo de alcohol como de fumar, el consumo diario de té no se asoció con el riesgo de cáncer de esófago.
“Beber té caliente o ardiente se relacionó con un riesgo de cáncer más alto, pero sólo cuando se combinó con fumar y beber alcohol en exceso", dijo Jun Lv, profesor del Departamento de Epidemiología y Bioestadística de la Universidad de Pekín y autor principal del estudio.
El consumo excesivo de alcohol se definió como 15 gramos o más de alcohol por día, un poco más que el que se encuentra en un vaso de cerveza de 12 onzas o un vaso de vino de 5 onzas, y el de tabaco fue de uno o más cigarrillos por día.
Las bebidas muy calientes podrían hacer que el esófago sea más vulnerable a los agentes conocidos que causan cáncer, como el alcohol y el tabaco.
"Irritar el revestimiento del esófago podría provocar un aumento de la inflamación y una renovación más rápida de las células. Alternativamente, los líquidos calientes pueden afectar la función de barrera de las células que recubren el esófago, dejando el tejido abierto a mayor daño por los carcinógenos", explicó a CNN Neal Freedman, investigador principal del Instituto Nacional del Cáncer en Bethesda, Maryland.