Día Mundial del asma: la enfermedad crónica más común en niños

"Puedes controlar tu asma" es la frase con la que desde hace 12 años la Iniciativa Global para el Asma (GINA) intenta animar a las personas y familiares para que enfrenten y controlen esta enfermedad.

El Día Mundial del Asma es un evento anual organizado por GINA con el objetivo de concientizar sobre el cuidado del asma en todo el mundo. Se celebra cada primer martes de mayo desde hace 21 años.

Día Mundial del asma: la enfermedad crónica más común en niños
El asma es la enfermedad crónica más frecuente en los niños y una de las más importantes no trasmisible. | Foto: GETTY IMAGES

Esta iniciativa también publica materiales y recursos actualizados en colaboración con grupos de atención médica y educadores de asma en todo el mundo.

Aunque el grueso de la población sea capaz de relacionar esta enfermedad con problemas respiratorios, el desafío de los profesionales es resaltar la importancia de un diagnóstico temprano, apropiado y de qué manera puede mantenerse a raya esta condición.

El asma es una enfermedad crónica que se caracteriza por causar tos, opresión en el pecho y dificultades para respirar. Esto suele darse varias veces al día o a la semana y en algunos casos se agrava por la noche o luego de realizar actividad física.

Los principales desencadenantes para la aparición de esta enfermedad son:

  • Ácaros del polvo.
  • Alérgenos de cucarachas.
  • Contaminación atmosférica.
  • Humo del tabaco.
  • Humo de quema de madera o pasto.
  • Infecciones asociadas a la influenza o los resfríos.
  • Mascotas.
  • Moho.

Una enfermedad en crecimiento

La Organización Mundial de la Salud (OMS) calcula que en la actualidad 235 millones personas tienen asma, siendo la enfermedad crónica más frecuente en los niños y una de las más importantes no trasmisible.

Según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC), en EE. UU. esta condición afecta más a los niños (8.4%) que a los adultos (7.7), a las mujeres (9.3%) que a los hombres (6.4%) y a los afroamericanos (10.1%) que a los caucásicos (8.1%) o hispanos (6.4%).

La campaña de este año elegida por GINA invita a evaluar los síntomas, realizar pruebas de control y optar por un tratamiento adecuado. | Foto: GINA

Un informe publicado por Asthma Capital, calificó las ciudades más peligrosas para vivir con asma en EE. UU., guiándose por la prevalencia, las visitas a emergencias y la mortalidad.

Las 10 que encabezaron la lista fueron: Springfield, Richmond, Dayton, Philadelphia, Louisville, Cincinnati, Youngstown, Birmingham, Greensboro y Toledo.

Su tasa de letalidad es relativamente baja en comparación a otras enfermedades crónicas, sin embargo, más del 80% de las muertes por asma tienen lugar en países de ingresos bajos y medios-bajos.

Los especialistas alertan que si no se trabaja en la disponibilidad de medicamentos de buena calidad, sobre todo en los sectores más pobres, las muertes a causa de esta enfermedad aumentarán en los próximos 10 años. Actualmente se cobra la vida de más de 380,000 personas cada año.

Cómo prevenirlo

Durante un ataque de asma, el revestimiento de los bronquios se inflama provocando un estrechamiento de las vías respiratorias y así, una disminución del flujo del aire que entra y sale de los pulmones.

Los especialistas diferencian dos tipos medicamentos para tratar el asma:

  • Los de mantenimiento o de control: utilizados para prevenir los síntomas en casos de asma moderado a grave. Para que hagan efecto deben tomarse o inhalarse todos los días, incluso cuando te sientes bien.
  • Los de rescate: como su nombre lo indica, se toman cuando el asma dificulta la respiración o antes de realizar algún tipo de ejercicio, a modo de prevención. Estos suelen tomarse entre 2 y 4 veces por semana.

Si bien no existe cura para esta enfermedad, los síntomas pueden disminuir con el tiempo. Una manera de favorecer esta condición es mediante el "autocontrol" y los tratamientos médicos adecuados. También puedes lograrlo evitando las sustancias que irritan las vías respiratorias, para ello:

  • Aspira regularmente.
  • Quita los tapetes de las alcobas.
  • Cubre la cama con fundas "a prueba de alergias" para reducir la exposición a los ácaros del polvo.
  • Usa solo detergentes y productos de limpieza sin fragancia.
  • Controla la humedad o fugas en el hogar para evitar el crecimiento de organismos como el moho. 
  • Si tienes mascotas, pero no tienes patio o no puedes sacarla de tu casa, evita que frecuenten la habitación o tu cama.
  • Renueva los filtros en las salidas de la calefacción y aires acondicionados.
  • Elimina el tabaco, no solamente el hábito de hacerlo dentro de casa, ya que los fumadores transportan consigo residuos de humo en su ropa y cabellos.

Los profesionales coinciden en que el manejo adecuado del asma permite a las personas disfrutar de una buena calidad de vida.

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