La tiroides es una glándula en forma de mariposa ubicada en el cuello, justo arriba de la clavícula. Es una de las glándulas endocrinas que producen hormonas. Las hormonas tiroideas controlan el ritmo de muchas actividades del cuerpo. Estas incluyen la velocidad con la que se queman calorías y cuán rápido late el corazón. Todas estas actividades componen el metabolismo del cuerpo.
Las enfermedades de la glándula tiroidea pueden afectar a casi todos los órganos del cuerpo y ser perjudicial para la salud. Estas enfermedades se presentan a razón de ocho veces más en
las mujeres que en los hombres. En algunas mujeres ocurre durante o después de un embarazo. En casi todos los casos, el tratamiento de las enfermedades de la tiroides es seguro y sencillo.
Las mujeres con mayor tendencia a sufrir problemas de la tiroides son aquellas que tienen o han tenido una enfermedad autoinmunitaria (como diabetes). Cada 5 años, a partir de los 50 años, es importante hacerse exámenes regulares para detectar las enfermedades de la tiroides. Las mujeres que corren un mayor riesgo necesitan hacerse estos exámenes antes de este período o más a menudo.
La glándula tiroidea elabora, almacena y libera dos hormonas: T4 (tiroxina) y T3 (triyodotironina). Las hormonas tiroideas controlan el metabolismo. Cuando la glándula funciona correctamente el cuerpo mantiene un ritmo constante, es decir, ni demasiado rápido ni demasiado lento.
Bajo el control de la pituitaria
La glándula tiroidea es controlada por la glándula pituitaria (una glándula en el cerebro). La glándula pituitaria elabora la hormona estimulante de la tiroides (abreviada en inglés, TSH), la cual le indica a la glándula tiroidea que elabore más hormona si fuera necesario.
Si no hay suficiente hormona tiroidea en la sangre, se reduce el ritmo del metabolismo del cuerpo. Esta enfermedad se denomina hipotiroidismo (tiroides con actividad deficiente). Si hay demasiada hormona tiroidea, se acelera el metabolismo y se conoce como hipertiroidismo (tiroides con actividad excesiva). Algunos trastornos hacen que la tiroides libere una cantidad excesiva o insuficiente de hormonas.
También es posible que se presente agrandamiento de la tiroides, que se denomina bocio: cáncer de tiroides, nódulos, que son bultos en la glándula y tiroiditis que es la hinchazón de la glándula en forma de mariposa.
Para el diagnóstico de enfermedades de la tiroides, los médicos usan su historia clínica, un examen físico y pruebas para la tiroides. A veces también utilizan una biopsia. El tratamiento depende del problema, pero puede incluir medicamentos, terapia con yodo radiactivo o cirugía de tiroides.
Examen paso a paso
El médico que sospeche que hay un problema con la tiroides seguramente te pedirá que tragues para examinar el movimiento de la tiroides. También puede revisar la piel y los ojos, pesarte y tomarte la temperatura. Adicionalmente solicitará exámenes de sangre, ecografía de la tiroides y otras pruebas exploratorias.
Los síntomas de hipotiroidismo aparecen lentamente. Es decir, podrías tener la enfermedad y no presentar ningún malestar por meses o años. Cuando aparece es probable que sientas: debilidad, aumento de peso, falta de apetito, cambio en los periodos menstruales, ausencia de deseo sexual, sensación de frío cuando los demás no lo sienten, estreñimiento, dolores musculares, hinchazón alrededor de los ojos, uñas quebradizas
caída del cabello.
Algunos síntomas comunes de hipertiroidismo son:
Agotamiento, pérdida de peso, nerviosismo, latidos acelerados, aumento en la sudoración, sensación de calor cuando los demás no lo sienten, cambio en los periodos menstruales, evacuaciones intestinales más frecuentes, temblores, ojos saltones.
En casi todos los casos, el hipotiroidismo se puede tratar con medicamentos que contienen la hormona tiroidea. La dosis del medicamento se aumenta lentamente hasta lograr normalizar los niveles en la sangre. Casi todas las personas con hipotiroidismo tienen que tomar esta hormona el resto de su vida. No obstante, la dosis puede cambiar de vez en cuando.
Yodo y cirugía
Es probable que el médico recomiende un tratamiento con dosis altas de yodo reactivo para destruir ciertas partes de la glándula tiroidea. En algunos casos, puede ser necesario recurrir a una cirugía para extraer la glándula tiroidea.
Mujer y embarazo
Las enfermedades de la tiroides implican ciertos riesgos en la mujer y el bebé durante el embarazo. Si no se controla la enfermedad es probable que surjan problemas: el bebé puede nacer más pequeño de lo normal, parto prematuro, capacidad mental deficiente y en la mujer puede haber preeclampsia, hinchazón debido a la retención de líquidos, y función renal anormal, latidos cardíacos irregulares o insuficiencia cardíaca.
Biblioteca Nacional de Medicina
Oficina para la Salud de la Mujer en el Departamento de Salud y Servicios Humanos de Estados Unidos
Colegio Americano de Obstetras y Ginecólogos