Lejos de ser inocuos como se los intentó describir al principio, los cigarrillos electrónicos representan una grave amenaza para la salud. Los últimos estudios de especialistas arrojan por tierra los argumentos en su favor y lo describen como una verdadera “puerta de entrada a las adicciones” que está haciendo furor entre los más jóvenes.
Crece entre los teens
La Encuesta Nacional Juvenil del uso del Tabaco 2014 muestra que el uso del e-cigarette en estudiantes de secundaria aumentó del 4,5% en 2013 a 13,4% en 2014, pasando de 660,000 a 2 millones de usuarios. Entre los estudiantes de escuela media, el uso trepó del 1,1% en 2013 a 3,9% en 2014, con un incremento de 120,000 a 450,000 estudiantes.
Más de 16 millones de adolescentes y niños estadounidenses pueden comprar cigarrillos electrónicos de forma legal, aunque los dispositivos no son seguros para ellos, advierte un informe de los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC). Lo que se “vapea” no es vapor de agua inocuo, puede contener nicotina y otras toxinas, informaron.
En 40 estados está prohibida la venta de cigarrillos electrónicos a los menores de edad, pero en 10 estados como Maine, Massachusetts, Michigan, Montana, Nevada, New Mexico, North Dakota, Oregon, Pennsylvania y Texas, y el Distrito de Columbia permiten ese tipo de ventas, según los CDC.
Nicotina vs. Adicción
Una investigación reciente de científicos de la Universidad de Columbia, concluyó que los e-cigarettes provocan adicción porque usan nicotina. Esta sustancia activa el disparador de adicción en el cerebro, y si bien son más saludables en pocos aspectos que el cigarrillo convencional de tabaco, siguen siendo el puntapié inicial hacia otras adicciones.
Este último estudio, publicado en agosto en New England Journal of Medicine, se centra más que nada sobre los efectos de la nicotina en el cerebro. Y concluye que alguien que "vapea" un e-cigarette y luego usa cocaína por ejemplo, es más propenso a desarrollar una dependencia hacia la droga que alguien que nunca ha utilizado la nicotina.
Nicotina pura
El peligro de estos dispositivos es que emiten nicotina pura. "Los e-cigarettes tienen los mismos efectos fisiológicos en el cerebro y pueden presentar el mismo riesgo de adicción a otras drogas que los cigarrillos regulares, sobre todo en la adolescencia, un período crítico de desarrollo del cerebro", dijo Jeffrey Lieberman, de la Universidad de Columbia.
Pueden causar explosiones mortales si se utiliza el tipo incorrecto de cargador. Este es sólo uno de los riesgos ocultos de este sistema, al que se le suman los daños pulmonares, intoxicaciones y adicción. Un hombre de Reino Unido falleció a raíz de la explosión de su dispositivo mientras se preparaba para “vapear”.
Más intoxicaciones en menores
También han aumentado las intoxicaciones: en abril de 2014 los CDC anunciaron que las llamadas relacionadas con incidentes a causa de los cigarrillos electrónicos aumentaron de 1 por mes en 2010 a 215 por mes en 2014. Y lo más preocupante es que el 51% de los casos tenían que ver con niños de 5 años o menos. La mayoría eran por la exposición a la nicotina.
Cambio de hábitos
En los hábitos de consumo se están produciendo cambios que favorecen a la millonaria industria de los cigarrillos electrónicos. Por un lado, muchos fumadores se están cambiando a este sistema porque creen que los ayudará a dejar de fumar, por el otro, muchos jóvenes lo consideran más “cool”. No se sabe si estos dispositivos ayudan a las personas a dejar de fumar, o si simplemente los hace cambiar de método.
Lo eligen para dejar de fumar
Un estudio privado de agosto de 2014, realizado por Kantar Media sobre 50,000 hogares en EE.UU. halló que de los adultos que utilizan un producto para tratar de dejar de fumar en los últimos 12 meses, el 57% eligió a los cigarrillos electrónicos, frente al 39% que optó por un fármaco recetado como Chantix u otro método como goma de mascar y parches de nicotina.
Los líquidos utilizados en los e-cigarettes presentan varios problemas de salud, sostienen los expertos. Los principales componentes son el propilenglicol y la glicerina vegetal, dos compuestos que la Administración de Drogas y Alimentos (FDA) reconoce como aditivos alimentarios seguros, pero no para inhalar. Los CDC clasifican al propilenglicol como una sustancia tóxica.
Según el sondeo de Kantar Media, casi 6 millones de adultos en los EE.UU. utilizan los e-cigarettes, en comparación con los 44 millones de personas que utilizan cigarrillos comunes de tabaco o productos de nicotina. Tienden a ser hombres jóvenes con ingresos familiares inferiores a la media nacional.
Una industria floreciente
Los e-cigarettes están haciendo furor en todo el mundo. A nivel global, es un mercado que mueve unos $3,000 millones con más de 400 marcas en circulación. En los adultos de EE.UU. se está afirmando el hábito: aproximadamente el 6% los han probado entre 2011 y 2012, casi el doble de la tasa registrada en el año 2010.
A favor de la regulación
Los principales organismos de salud ya están de acuerdo en que se debe intervenir sobre los e-cigarettes. “Su regulación, junto con la prohibición de su uso en interiores, debe implementarse hasta que los expertos hayan llevado a cabo más investigaciones sobre los riesgos para la salud y los posibles beneficios” expresó la ONU en un comunicado de agosto de 2014.
Estas posiciones en contra de la extendida y peligrosa moda de “vapear” se suman a la declaración que el 25 de agosto dio a conocer la Asociación Americana del Corazón (AHA por su sigla en inglés), donde expresa que éstos deben regirse por las mismas leyes que se aplican a los productos de tabaco, y que el gobierno federal debe prohibir la publicidad y la venta a jóvenes.
La posición oficial
La FDA advirtió al público que los estudios han demostrado que inhalar nicotina de los e-cigarettes tiene el mismo efecto que hacerlo a través de un cigarrillo tradicional, y en abril de 2014 anunció que se propone extender su autoridad de regulación del tabaco también hacia los productos adicionales, incluyendo los e-cigarettes.