Explosiones, el otro riesgo de los e-cigarettes

Un hombre de Reino Unido falleció a raíz de la explosión de su dispositivo, cuando se disponía a “vapear” y en julio, a un joven se le incendió toda la casa después de una falla en su cigarrillo electrónico.

También han aumentado las intoxicaciones: en abril de 2014 los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC) anunciaron que las llamadas relacionadas con incidentes a causa de los cigarrillos electrónicos aumentaron de 1 por mes en 2010 a 215 por mes en 2014. Y lo más preocupante es que el 51% de los casos tenían que ver con niños de 5 años o menos. Muchas situaciones de emergencia se relacionaban con ingerir la nicotina accidentalmente, excederse en la cantidad o al tener contacto con la piel.

Explosiones, el otro riesgo de los e-cigarettes
| Foto: SHUTTERSTOCK

En los hábitos de consumo se están sucediendo cambios que favorecen a la millonaria industria de los cigarrillos electrónicos. Por un lado, muchos fumadores se están cambiando a este sistema porque creen que los ayudará a dejar de fumar, por el otro, muchos jóvenes lo consideran más “cool”. Aunque por ahora, no está claro si estos dispositivos ayudan a las personas a dejar su adicción a la nicotina, o si simplemente los hace cambiar de método.

El cigarrillo electrónico está desplazando no sólo a las tabacaleras, sino que está haciendo temblar a las líneas farmacéuticas que venden productos de reemplazo de nicotina: es actualmente el método más elegido para dejar de fumar.

Un estudio privado que se dio a conocer el 12 de agosto, realizado por Kantar Media sobre 50,000 hogares estadounidenses, halló que de los adultos que utilizan un producto para tratar de dejar de fumar en los últimos 12 meses, el 57% eligió a los cigarrillos electrónicos, frente al 39% que optó por un fármaco recetado como Chantix u otro método como goma de mascar y parches de nicotina.

Pero no son tan inocentes después de todo. Los líquidos utilizados en los e-cigarettes presentan varios problemas de salud, sostienen los expertos. Los principales componentes son el propilenglicol y la glicerina vegetal, dos compuestos que la Administración de Drogas y Alimentos (FDA) reconoce los aditivos alimentarios seguros, pero no para inhalar.

Y los CDC clasifican al propilenglicol como una sustancia tóxica. Thomas Eissenberg, de la Universidad Virginia Commonwealth, dijo que los investigadores no saben qué efectos a largo plazo pueden tener estos compuestos en los pulmones cuando se inhalan.

Algunos de los líquidos también incluyen saborizantes y nicotina, lo que puede plantear problemas de salud cuando se vaporizan e inhalan, dijo Eissenberg a Live Science. Él y sus colegas están planeando hacer un estudio de 6 meses para estudiar los efectos de los cigarrillos electrónicos en las personas, pero cree que mientras la ciencia estudia, más personas podrían ser dañadas con este sistema.


Consumidores “enamorados” del e-cigarette

Mientras la ciencia estudia los efectos a largo plazo del cigarrillo electrónico en la salud, los usuarios de éstos son un 35% más propensos que los adultos fumadores a decir que su salud actual es mucho o algo mejor que hace un año, según el estudio de Kantar Media. Y también reportaron sentirse más sanos que las personas que utilizaban otros métodos para dejar de fumar.

Según el sondeo, casi 6 millones de adultos en los EE.UU. utilizan los e-cigarettes, en comparación con los 44 millones de personas que utilizan un tabaco o productos de nicotina (incluyendo los cigarrillos convencionales).

Los usuarios de los e-cig tienden a ser hombres jóvenes con ingresos familiares inferiores a la media nacional, y hay lugares como Alabama, Kentucky, Mississippi y Tennessee, donde está muy arraigado: allí la proporción de usuarios de cigarrillos electrónicos respecto de los fumadores de cigarrillos tradicionales es casi el doble.

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