En contra de lo que se cree a nivel popular, los también llamados e-cigarettes no son inofensivos, por el contrario, son perjudiciales y adictivos. Relevamos para tí lo que hallaron los científicos en estos últimos dos años.
Encienden alertas
"Estos productos son ahora la forma más común para consumir tabaco entre los jóvenes en EE.UU., superando a los de tabaco convencional. El uso entre los estudiantes de secundaria aumentó en un 900% de 2011 a 2015” según un informe del Cirujano General de Estados Unidos, Dr. Vivek Murthy.
Constituyen hoy día un problema creciente de salud tanto para los fumadores como para los que se inician en la nicotina a través de éstos. Los dispositivos recargables, que supuestamente ayudarían a la gente a abandonar su hábito, ya han sido calificados como una "puerta de entrada al tabaco” por las autoridades federales.
La nicotina puede dañar el cerebro en desarrollo, provocando un perjuicio mayor que en los adultos, mientras que conduce a la adicción. Por eso el Cirujano General encendió la alarma: los cigarrillos electrónicos causan más daño a los jóvenes.
Entre las razones que aducen para vapear, los usuarios suelen decir que son atractivos y que les gustan los aromas. También reportaron usar e-cigarettes porque creen que son menos tóxicos que los convencionales.
Evidencia 2: crean futuros fumadores
Los adolescentes que vapean son tres veces más propensos a pasar luego a fumar cigarrillos regulares en el plazo de un año, según otro estudio. En el año 2015, casi el 60% de los estudiantes que vapeaban, ahora son fumadores, con lo cual se observa que siguen vinculados a la nicotina.
Evidencia 3: generan otra adicción
"Después de haber hecho un tremendo progreso en la disminución de las tasas de tabaquismo, es posible que ahora se esté creando una nueva generación de adictos a la nicotina para toda la vida", dijo a CNN el Dr. Benard Dreyer, presidente de la Academia Americana de Pediatría (AAP).
4: Mayor riesgo de ACV
Los e-cigarettes alteran un químico vital para la coagulación, lo que hace que aumente el riesgo de padecer una hemorragia cerebral o accidente cerebrovascular (ACV). El autor del estudio, Ali Ehsan Sifat, del University College de Londres dijo: "La exposición al cigarrillo electrónico disminuye la absorción de glucosa en el cerebro, y ésta alimenta la actividad cerebral”.
5: Aumentan el riesgo cardíaco
Los usuarios frecuentes podrían enfrentarse a un mayor riesgo de enfermedad cardíaca. "Los resultados fueron algo sorprendentes, dado que se cree comúnmente que éstos son menos nocivos que los cigarrillos de tabaco" señaló la Dra. Holly Middlekauff, de la Universidad de California en Los Ángeles (UCLA).
Malos para el corazón
"Encontramos los mismos tipos de anomalías entre los usuarios de cigarrillos electrónicos que los que se reportan entre los fumadores de cigarrillos de tabaco convencional, y esas anomalías se asocian con un mayor riesgo cardíaco” agregó Middlekauff.
6. Dañan la cavidad oral
En unos experimentos de laboratorio, los investigadores de la UCLA hallaron que las sustancias tóxicas y nanopartículas presentes en los vapores de los cigarrillos electrónicos provocaron que un 85% de las células a las que se hicieron pruebas, murieran.
Pacientes en riesgo
Esos científicos afirmaron que es posible que estas sustancias puedan matar la capa superior de las células de la piel en la cavidad oral. "Una pequeña pero significativa parte de los pacientes dentales de la Clínica Dental de la UCLA han usado cigarrillos electrónicos", dijo el investigador Shen Hu.
7. Contienen saborizantes peligrosos
Algunos de los saborizantes líquidos calentados en los cigarrillos electrónicos se descomponen en compuestos potencialmente peligrosos, descubrieron los científicos del Instituto de Investigación del Desierto, en Reno, Nevada.
8. Provocan intoxicaciones y quemaduras
Muchos niños están expuestos a accidentes porque sus padres o conocidos vapean. "Los cigarrillos electrónicos y la nicotina líquida pueden provocar una intoxicación grave, e incluso la muerte, entre los niños pequeños" señala un estudio publicado en Pediatrics en 2016. También se reportaron muchas quemaduras por explosiones de los dispositivos.