Tanto el páncreas como el hígado son fundamentales para lograr un correcto funcionamiento del sistema digestivo. Sin embargo, pueden verse afectados por ciertas enfermedades o lesiones que alteran su actividad, destacándose la inflamación. Aquí te presentamos una lista de alimentos y bebidas para aliviar ese problema.
El hígado es el órgano de mayor tamaño dentro del cuerpo, encargado de ayudar al organismo a digerir los alimentos, almacenar energía y eliminar toxinas. El páncreas es una glándula que se halla detrás del estómago y por delante de la columna, produce jugos que ayudan a descomponer los alimentos, y hormonas para controlar los niveles de azúcar en sangre.
Ambos pueden verse afectados por problemas inflamatorios. En el caso del páncreas cuando las enzimas digestivas comienzan a digerirlo (lo que se conoce como pancreatitis), mientras que, en el hígado, puede deberse a enfermedades causadas por virus (hepatitis A, B o C). Si el malestar se prolonga por mucho tiempo, deberás consultar a un profesional para que realice un diagnóstico y determine cuál es el mejor tratamiento.
Cuando la inflamación no es tan grave, los especialistas recomiendan modificar ciertos hábitos, especialmente la dieta, para aliviar el problema. Deberás evitar alimentos difíciles de procesar, como snacks excesivamente azucarados, grasos, salados, fritos, almidonados, o bebidas alcohólicas. En su lugar, puedes optar por las siguientes opciones:
Bayas
Las bayas, especialmente las oscuras, como los arándanos o frambuesas, son grandes fuentes de polifenoles, antioxidantes capaces de prevenir el daño pancreático y hepático. Además, diferentes estudios vincularon un consumo regular de estos frutos con una estimulación del sistema inmunitario.
Uvas
Tanto las uvas, como su jugo y semillas son excelentes opciones para incorporar compuestos antioxidantes en la dieta. Estos pueden ayudar al hígado y al páncreas a reducir la inflamación y prevenir las consecuentes lesiones. También puedes aprovechar suplementos y extractos que se consiguen en herboristerías y tiendas de compras online.
También conocido como pomelo, es un fruto particularmente rico en dos antioxidantes, naringina y naringenina. Distintas investigaciones vincularon estos compuestos con una mayor protección de las estructuras celulares del páncreas y el hígado, disminuyendo el riesgo de inflamación. También estimulan la producción de enzimas que queman grasas.
Infusiones
Las infusiones son bebidas que se preparan echando en agua caliente diferentes sustancias vegetales, como frutos, flores, hojas o cortezas. Es una buena forma de consumir y concentrar las diferentes propiedades de las hierbas. Para ayudar al hígado y al páncreas se recomienda optar por el té verde, regaliz, jengibre, cardo mariano, diente de león o chlorella.
Aceite de oliva
Como señalamos, consumir alimentos excesivamente grasos no es bueno para una correcta digestión, sin embargo, las grasas no deben ser necesariamente un sinónimo de dañino, ya que existen algunas saludables. Estas pueden encontrarse, por ejemplo, en el aceite de oliva, un aderezo asociado a una mejor función pancreática y hepática, y a niveles bajos de estrés oxidativo.
Frutos secos
Ya sean nueces, almendras, avellanas, anacardos o castañas, en los frutos secos encontraras importantes niveles de ácidos grasos insaturados, vitamina E y antioxidantes. Estos compuestos pueden ayudar a mantener la salud del hígado y páncreas, reduciendo la inflamación y el estrés oxidativo. Pero recuerda, come solo un puñado por día ya que también son ricos en calorías.
Comer avena es una sencilla forma de incorporar fibra dietética y promover una buena digestión. Esta también es rica en compuestos llamados betaglucanos, que, según señala la evidencia científica, permitien modular el sistema inmunitario y combatir la inflamación. Estos activos también se asociaron a un menor riesgo de obesidad o diabetes.
Pescado
Gracias a su rico contenido de ácidos grasos Omega 3, el consumo de pescados, especialmente salmón, caballa, atún o sardinas, o suplementos de aceite de pescado, puede ayudar a combatir la inflamación y otras afecciones, como el hígado graso. Para disfrutar de sus bondades, los expertos aconsejan comerlo hasta dos veces por semana.
Recuerda
Hasta contar con evidencia científica significativa proveniente de ensayos en humanos, las personas interesadas en utilizar terapias a base de hierbas y suplementos deben tener mucho cuidado. No abandones ni modifiques tus medicamentos o tratamientos, antes habla con el doctor sobre los potenciales efectos de las terapias alternativas o complementarias.
Fuentes consultadas
Base Exhaustiva de Datos de Medicamentos Naturales, Biblioteca Nacional
de Medicina de EE. UU., Departamento de Agricultura de EE. UU.,
Instituto Nacional de la Diabetes y las Enfermedades Digestivas y
Renales.