Razones médicas para comer queso cada día

Es un alimento que se obtiene por maduración de la cuajada de la leche (producto de contextura cremosa) una vez que se elimina el suero. La leche para obtenerlo puede ser de vaca, cabra, oveja, camella, búfalo u otros mamíferos. Aunque su origen aún es muy discutido por los especialistas, se estima que se ocurrió entre el 8 000 a. C. (con la domesticación de la oveja) y el 3 000 a. C.

Si bien el queso descremado tiene menos calorías que el regular, es el queso de cabra el rey, ya que, cada 100 gramos (g.), posee 268 calorías y 21 g. de grasa. En comparación, el queso manchego (oveja) contiene 364 calorías y 30 g. de grasa. Consumiéndolo regularmente puedes obtener los siguientes beneficios saludables:

Aunque el queso contiene altos niveles de grasas saturadas, sustancias relacionadas tradicionalmente con la mala salud del corazón, el calcio presente en este alimento podría ser beneficioso. Además, también contiene ácidos que puede ayudar a prevenir la obstrucción de las arterias, aumentar la presencia de colesterol "bueno" y reducir los niveles del "malo".

Muchos especialistas incluyen a los lácteos en la lista de alimentos más sanos para cuidar la salud de la boca. Sin embargo, diferencian los quesos de leches y yogures debido a que, gracias a que logran un balance de pH (ácidos) en la boca, resultarían ideales para prevenir la aparición de caries y el desarrollo de microorganismos dañinos.

La nisina, un conservante común de algunos alimentos, sobre todo lácteos, podría retrasar o detener la progresión de ciertos tipos de cáncer, según detallaron diferentes investigaciones. Esto se sería posible gracias a que activaría una proteína llamada CHAC1, conocida por su influencia en la muerte de las células cancerosas.

Muchos profesionales intentan dar respuesta a la "paradoja francesa", que sostiene que en Francia se come mucha grasa, pero se vive más. Algunos hallaron que esto sería posible debido a que el consumo de queso modificaría la acción de ciertos microorganismos de los intestinos, acelerando el metabolismo, reduciendo los niveles de colesterol y protegiendo la salud del corazón.

Si deseas bajar de peso y no quieres descuidar el consumo de proteínas, recurre al queso. Este es bajo en calorías y garantiza una rápida saciedad. Algunos ensayos recurrieron a comparar snacks, como papas fritas, con refrigerios combinados, como queso con verdura, encontrando que el último grupo terminaba consumiendo una menor cantidad de calorías, mientras que se sentían igual de satisfechos.

Una dieta rica en queso modificaría positivamente el microbioma intestinal y generaría un efecto protector al disminuir la producción de TMAO (N-óxido de trimetilamina) un metabolito asociado al desarrollo de depósitos de ácidos grasos en los vasos sanguíneos que aumenta el riesgo de enfermedades cardiovasculares.

El calcio y el fósforo, dos minerales esenciales presentes en el queso, contribuyen al crecimiento y la fortaleza de los huesos y dientes. Por este motivo, mucho expertos consideran que el queso y el resto de los lácteos, son productos vitales para mantener la densidad ósea y prevenir la osteoporosis, a medida que envejecemos.

¿Libre de gluten? El queso se elabora con leche pasteurizada, un proceso de alta temperatura que mata las bacterias. Cuando se produce, almacena y consume con moderación, es saludable para las personas con alergias al gluten. Y si bien la mayoría de los quesos no tienen gluten, es muy importante leer bien las etiquetas de todos los quesos envasados o procesados antes de comerlos.

Eso es porque además del trigo, la cebada y el centeno, también debes asegurarte que el queso no contenga almidón de trigo o almidón modificado hecho de trigo, elementos que sí contienen gluten, y están contraindicados para las personas con alergia al gluten o enfermedad celíaca.

Si bien es un alimento con muchas bondades, para que el queso sea beneficioso para la salud debemos consumirlo con moderación. De lo contrario, podemos sufrir un aumento de los niveles de colesterol, un incremento de las reservas grasas, sufrir deshidratación (por la presencia de sodio), y padece problemas en el tránsito intestinal, junto a un mayor riesgo de estreñimiento.

Biblioteca Nacional de Medicina de EE. UU., Departamento de Agricultura de EE. UU., Instituto Nacional de Artritis y Enfermedades Musculoesqueléticas y de la Piel, Instituto Nacional de la Diabetes y las Enfermedades Digestivas y Renales, Natural Medicines.