La adicción es una enfermedad, igual que las dolencias cardíacas o el cáncer. La adicción no es una debilidad y tampoco quiere decir que la persona adicta sea una mala persona. Cualquiera puede ser susceptible de sufrir una adicción: a las drogas, el juego o las redes sociales.
La adicción a sustancias permitidas o ilícitas es uno de los problemas de orden social y de salud más complejos y con más dificultades para ser controlado, pues la tolerancia que existe ante el consumo abusivo ha hecho ver como normal los excesos.
Las drogas estimulan las partes del cerebro que te hacen sentir bien. Pero, después de consumir la droga durante un tiempo, esas partes del cerebro se acostumbran. Entonces hace falta consumir más cantidad de droga para tener la misma sensación de placer. Pronto, el cuerpo y el cerebro necesitan de la droga nada más que para sentirse normales. Sin la droga, te sientes mal y enferma.
En el caso del alcohol, que es una droga legalmente permitida, puede resultar difícil diferenciar entre el consumo responsable o no patológico (social o recreacional), y lo que se denomina en medicina abuso, que es una condición clínica que amerita tratamiento.
Las personas que tienen problemas con el consumo de drogas pueden actuar diferente a como actuaban antes. Es posible que: cambien de amigos, pasen mucho tiempo a solas, prefieran no estar con la familia, pierdan el interés en sus cosas favoritas, se descuiden: no se bañen, no se cambien de ropa, no se laven los dientes, estén muy cansadas y tristes.
Las personas que tengan algún tipo de adicción pueden cambiar sus hábitos de comida (es posible que coman más o coman menos), tengan mucha energía, hablen rápido o digan cosas que no tienen sentido. estén nerviosas o irritables (de mal humor), duerman en horarios extraños, falten a citas importantes, tengan problemas en el trabajo o la escuela.
Crees que es indispensable
Consumo en frecuencia y en cantidad superior a las aceptadas o a las que observa en su medio social. Mientes acerca de la cantidad de alcohol o drogas que has consumido, o minimizas sus consecuencias. Sientes que es indispensable para la vida social o de esparcimiento el uso de alcohol o drogas.
No controlas la cantidad que consumes, una vez que comienzas. Consumes cantidades crecientes para obtener el mismo efecto. Pierdes la memoria luego de periodos de consumo excesivo.
Esta adicción perturba el patrón de vida, juegas de noche y duermes de día. Es probable que pierdas tu trabajo o dejes de ir a la escuela por jugar. Algunos adictos experimentan ansiedad o necesidad compulsiva de jugar o de estar en línea cuando están alejados del mundo digital.
Si te haces adicto a las redes revisas el teléfono todo el tiempo sin importar donde estés o lo que estés haciendo.Sufres pánico al olvidar tu celular. Al despertar, revisas el móvil para saber si tienes notificaciones. Publicas cada situación que vives, compartes todas las fotos. Siempre buscas una señal de wifi en cada lugar que visitas.
Avances en los tratamientos
La ocurrencia de una o algunas de esas conductas es un indicador de que hay un problema de adicción que puede ser resuelto. Los avances en los métodos de tratamiento psicológico, educativo y farmacológico, así como el desarrollo de técnicas específicas, permiten tratar a la mayoría de los pacientes en forma ambulatoria sin necesidad de internamiento.
Fuentes consultadas
Instituto Nacional sobre el Abuso de Drogas
Institutos Nacionales de la Salud
Academia Americana de Médicos de Familia
Biblioteca Nacional de Medicina