La genética, el maquillaje, algún relleno cutáneo o una cirugía estética a tiempo pueden ser nuestros mejores aliados para ocultar el paso del tiempo. Pero hay partes del cuerpo que se empecinan en ser reveladoras ¡y malogran todos nuestros esfuerzos para vernos más jóvenes! ¿Cuáles son esas zonas “traidoras”?
Son casi las zonas que más sufren, ya que gran parte del tiempo suelen estar expuestas a sustancias químicas, abrasivos y cambios bruscos de temperatura. Suelen tener pequeñas arrugas, manchas, cicatrices y venas que delatan que tienes más primaveras que las que dice tu rostro. Para protegerlas, utiliza guantes protectores en las tareas del hogar, un buen hidratante y protector solar.
Con el paso del tiempo la delicada piel del los párpados se empieza a caer, formando pequeñas bolsas debajo de los ojos que agregan años. Si no eres amante de las cirugías, una manera de frenar este delator del tiempo es con una dieta sana y balanceada, que incluya alimentos ricos en omega-3 y vitamina A. También beber mucha agua y dormir 8 horas diarias.
Según la Biblioteca Nacional de Medicina de EE.UU., la fatiga y la tensión pueden afectar tus ojos. Y hacer que se formen pequeñas bolsas debajo que te hacen lucir terrible, que puedes atenuar con compresas hechas con algodón embebido en té de manzanilla. O aplicar un antifaz de gel frío durante 5 minutos, o un paño húmedo sobre los párpados.
La piel del cuello es fina y delicada, por eso el paso de los años hace que pierda firmeza. Para atenuar este efecto conviene utilizar la misma crema que te pones en el rostro, aplicándola cada noche con movimientos ascendentes desde la base del cuello hacia la zona del mentón.
Aunque lleves un vestido de diseño exquisito, si dejas los brazos al descubierto éstos pueden llegar a revelar lo que no quieres. La parte interna de los brazos, por ejemplo, tiende a acumular grasa, formar pliegues o arrugitas y perder firmeza. Se pueden mejorar con una buena crema hidratante y ejercicios de resistencia (pesas) para ganar masa muscular.
El cambio de coloración en los dientes es una evidencia del paso de los años. Pero puedes tratar de mejorarlos cuidando su higiene, lo que comes, con un blanqueamiento casero, o con una visita al dentista que te indique los métodos para mejorar su aspecto en el consultorio.
Aunque no lo creas ¡crecen durante toda la vida! Para evitar tener unas orejas de Dumbo que puedas llegar a odiar, empieza con pequeños cuidados, como usar pendientes con poco peso. Las cremas humectantes siempre son un beneficio, y también proteger la piel del sol.
Con el paso de los años no tendrás que depilarte tan a menudo porque el vello corporal pierde fuerza y crece mucho menos. Puede ser un alivio para tus piernas, pero no para tus cejas y pestañas, ya que se verán más despobladas. Y hay zonas donde crecen vellos ¡que no deberían estar! Por ejemplo en el mentón, cuando aparecen las temibles “barbas de vieja”.
Esta zona tiene piel fina y sensible que se arruga fácilmente con el paso de los años y el abuso de sol. Para evitar la aparición de pliegues, manchas y surcos prematuros, usa siempre una buena crema hidratante, no salgas sin protector solar, y haz ejercicios de resistencia. Los pectorales son infaltables para mantener una buena postura y un cuerpo con una juvenil estructura corporal.
9. Los senos
Es una de las zonas más sensibles al paso del tiempo, pero por suerte existen los milagrosos sostenes con aro y las cirugías para levantarlos, para quien quiere “invertir” en su aspecto físico. Los ejercicios de resistencia (pesas o bandas), en especial de pectorales, hombros y espalda, serán tus aliados, pero debes usar siempre un buen sostén al hacer actividad física. Y cada día, un buen humectante y protector si vas a estar al sol.
La Asociación Americana de Cirujanos Plásticos explica que la operación para levantar los senos caídos se llama maxoplastia, y en EE.UU. la demanda ha aumentado un 70% en EE.UU. Permite volver a su lugar lo que se ha caído con el paso del tiempo y los embarazos.
El paso del tiempo los hace lucir codos resecos y, con pequeñas arrugas y rodillas “caídas” o con adiposidad acumulada, ya que la piel no las sostiene firmemente como antes. Tus aliados pueden ser la exfoliación, una buena crema humectante, protector solar si estás a la intemperie, y ejercicios de resistencia (pesas o banda) para fortalecer los cuádriceps y tensar la piel de las rodillas.
11. Los pies
Pueden tener la piel seca, con durezas, callos, juanetes y otros problemas articulares que afean su aspecto. Una forma de cuidarlos es no usar tacones demasiado altos, sino unos de altura media y taco no muy fino. Mantener la piel de la zona libre de durezas y bien humecatada, aplicar protector solar si vas a estar a la intemperie, y siempre las uñas prolijas y con una capa de esmalte.