En los años ’80 la actriz Brooke Shields fue un ícono de belleza con un rostro perfecto en el que resaltaban sus cejas grandes y bien pobladas. Pero no fue la primera, ya que hubo actrices de antología como Audrey Hepburn, Lauren Bacall y Ali MacGraw que también eran fanáticas de las cejas gruesas. Hoy Cara Delevingne y Sofía Vergara son portadoras de unas de las cejas más famosas de la farándula, y hasta la primera dama Michelle Obama sucumbió a esta tendencia.
Algunas mujeres tienen cejas con abundante vello y pueden lograr el estilo que buscan solo con una pinza de depilar y un espejo. Otras no tienen la misma suerte, pero pueden lograr un efecto similar con el uso de cosméticos, y con otros recursos como la aplicación de extensiones, tinturas semi permanentes o tatuajes.
En la actualidad la moda de las cejas pobladas hizo que el mercado desarrollara varios productos como el gel con o sin color. Se trata de un cepillo duro redondeado que ayuda a dar forma, acomodar los pelitos y eventualmente, oscurecer para darle más dramatismo a la mirada.
Hay kits que incluyen un lápiz de cera para oscurecer las cejas, un polvo para acentuar el efecto y cepillos para esparcir y esfumar el producto. Son de larga duración y resistentes al agua, para que el maquillaje dure todo el día sin sorpresas al estilo Cenicienta. Cualquiera sea el recurso que elijas, el resultado debe ser natural, por eso no conviene que pases horas frente al espejo hasta que queden como pintadas por un artista plástico.
Las mujeres que quieren buscar soluciones más drásticas pueden recurrir al uso de extensiones. Se trata de la implantación de pelos en la zona de las cejas en un procedimiento que dura aproximadamente una hora y media. Una experta va pegando uno a uno pelos de distinto largo con un adhesivo especial. Los resultados son asombrosos y el resultado es muy natural. El problema es que duran apenas un par de semanas, pero la belleza tiene su costo y hay muchas clientas que reinciden.
Si alguien no desea ser esclava de estas extensiones, está la alternativa de la tintura semi permanente con henna. El producto se aplica y se deja actuar durante 30 minutos hasta que queda seco como una arcilla, que luego se remueve con un cepillo redondo y duro.
Otro recurso, ya definitivo, es el tatuaje cosmético que consiste en rellenar o delinear la ceja con un tatuaje con tinta marrón. Pero debe estar hecho por personal muy capacitado, porque de otro modo las cejas pueden quedar como pintadas, con un aspecto tan artificial que en lugar de ser un recurso de belleza, se convierte en una condena.
Ya sea si usas o no todos estas alternativas, hay que depilar las cejas con cuidado. La experta en belleza Shavata Singh, quien posee una “clínica de cejas” en Inglaterra, recomienda hacerlo después de tomar un baño o ducha caliente, ya que ayuda a abrir los poros y disminuir el dolor. Utiliza siempre una pinza de depilar de buena calidad, un espejo de aumento y de ser posible, luz natural.
Al depilar las cejas, trata de ir sacando el vello de a poco, de uno y otro lado. Si te equivocas y sacas de más, no trates de “emparejar” en la otra ceja: solo espera que crezca y que el tiempo lo arregle. Mientras tanto puedes rellenar la zona despoblada con un lápiz para cejas.
La forma que les des a tus cejas puede ayudar a compensar tu rostro: un rostro alargado se ve mejor con cejas rectas. Un rostro cuadrado mejora con cejas arqueadas, uno redondeado con cejas ascendentes y uno alargado se luce más con cejas rectas. El color de las cejas debe ser dos tonos más claro que el del cabello, pero si eliges ser rubia ¡nunca las decolores! Puedes llegar a provocar que se caigan, y para esto todavía no hay soluciones definitivas que lo puedan reparar.