También hay que descartar la blefaritis, una enfermedad de los párpados, precisamente en la base de implantación de las pestañas, en cuyo caso es importante visitar al oftalmólogo para que indique la medicación pertinente.
Causas que pueden ocasionar la inflamación
Descartadas estas posibilidades, hay otros motivos – menos serios pero no menos molestos - por los cuales los párpados se pueden inflamar:
Puntos clave
- Cuando se trata de párpados, su hinchazón puede denotar problemas digestivos.
- Las compresas frías, rodajas de papa y pepinos y las lágrimas artificiales pueden mejorar esta condición.
- Los especialistas recomiendan algunos ejercicios oculares para aliviar la hinchazón.
- Muchas horas de lectura (si es con mala iluminación ¡mucho peor!), una larga jornada de trabajo, uso de computadora o televisión.
- Alimentación incompleta con poca ingesta de vitaminas y minerales, o exceso de alcohol o tabaco.
- Sequedad ocular.
- Retención de líquidos.
- Alergia al polen, humo, etc.
- Llanto.
Consejos pare reducir la inflamación de párpados
Sin embargo, hay algunos consejos a seguir y recetas sencillas para hacer en casa, conseguir alivio y tener un mejor aspecto. Son clásicas y conocidas por todos, pero vale la pena recordarlas para tener a mano:
- Realizar compresas con trozos de algodón embebidos en té de manzanilla frío, o los mismos saquitos de té utilizados, previamente refrigerados.
- Preparar compresas con una infusión hecha con una cucharada de perejil hervido durante 10 minutos en una taza de agua. Dejar enfriar, colar y aplicar con algodones sobre los párpados.
- Colocar una rodaja de pepino o de papa sobre cada uno de los párpados. Son muy conocidas las propiedades descongestivas y refrescantes de estos dos vegetales.
- Poner dos cucharas soperas en el freezer, y cuando éstas estén bien frías, aplicar sobre los párpados para desinflamar.
- Existen en el mercado unos antifaces de gel que se mantienen frescos en la heladera (no en el freezer) y dan muy buen resultado cuando se aplican sobre los párpados y el contorno de los ojos.
- Descansar con una almohada que permita tener la cabeza levantada para facilitar el drenaje de los ojos
- Mejorar los hábitos de lectura cuidando la vista (buena luz, lentes si es necesario)
- Aplicar colirio o lágrimas artificiales para evitar la sequedad en los ojos.
Ejercicios que ayudan
Algunos médicos y terapeutas aconsejan realizar ejercicios para movilizar los ojos y la zona de los párpados, para estimular la circulación.
Algunos ejercicios que pueden ayudar:
- Relajar la vista parpadeando a menudo cada diez minutos
- Palmear: se realiza sentado y tapando los ojos con la palma de las manos ligeramente ahuecadas pero sin presionarlos. Se mantienen los ojos cerrados y se respira profundamente durante 10 minutos y luego se termina con un breve masaje circular de ojos.
- Ejercicios oculares: con los ojos abiertos se lleva la mirada hacia arriba y abajo, a derecha e izquierda. Repetir tres veces.
- Pellizcos en las cejas: con los dedos índice y pulgar se pelliza la parte interna de las cejas siguiendo el recorrido de las pestañas. Repetir 5 veces para sentir como se activa la circulación.
¿Qué dicen los médicos?
Los especialistas sostienen que los ojos no se cansan por funcionar durante un lapso prolongado, como tampoco lo hacen el hígado o el corazón. Todos estos son órganos diseñados para que su funcionamiento normal sea intenso, por lo que uno ojo sano no debería cansarse sólo por cumplir su función.
Sin embargo, la edad provoca una reducción en la cantidad y la calidad de las lágrimas y esto produce incidencia en la sequedad ocular, especialmente en las mujeres postmenopáusicas con sus cambios hormonales. Esta afección se agrava con el aire acondicionado, la polución ambiental y la vida diaria que exige en ocasiones largas horas de concentración frente a un monitor.
Otra causa, a partir de los 40 o 45 años, es que el mecanismo de acomodación de la córnea comienza a ser insuficiente y aparecen síntomas de fatiga visual o vista cansada. En todos estos casos, la concentración en una tarea visual como la lectura o la computadora, alteran la dinámica del ojo y se parpadea menos, por eso se secan y traen todas las complicaciones enumeradas.