Se sabe que el estrés crónico puede provocar depresión, ansiedad, hipertensión, taquicardia, sudor, y que eleva el riesgo cardíaco, pero hay otros problemas menos conocidos que te sorprenderán.
1. Engorda
El estrés podría anular los efectos saludables de los alimentos que eliges, llevándote a procesar los alimentos sanos como si fueran grasosos, sugiere un estudio de la Universidad Estatal de Ohio. Ese efecto es nulo entre las personas sin estrés.
Las personas estresadas sueñan con perder un autobús, que le roban el automóvil, que se pierden o con algo que se incendia. Según la American Sleep Association, el estrés puede afectar el sueño y provocar alucinaciones.
Cuando una persona tiene estrés es más propensa a hacer bromas sobre asuntos como enfermedades o situaciones que amenazan la vida. Es un mecanismo de supervivencia, explica Arni Cann, de la Universidad de Carolina del Norte:
De todos los factores que aumentan el colesterol, hay uno que a menudo no se menciona a los pacientes: el estrés. Sin embargo, un trabajo arduo, una relación tensa o una fuente de ansiedad, juegan un papel importante en la concentración de lípidos o grasas en la sangre.
“El estrés hace que el colesterol suba” dijo Stephen Kopecky, cardiólogo de la Clínica Mayo en Rochester, Minnesota. "Sin lugar a dudas, esto es poco reconocido” agregó.
En un estudio aparecido en Nature en 2016, científicos de la universidad Rockefeller, comprobaron que el estrés persistente causa cambios morfológicos en la región cerebral de la amígdala, que controla las emociones como la ansiedad o el miedo.
6. Se cae el cabello
El estrés contribuye a la pérdida de cabello, informa la Clínica Mayo. Puede llevar a los folículos pilosos a una fase de reposo y luego el pelo se cae; también hace que el sistema inmunológico ataque los folículos pilosos como si fueran una amenaza.
7. Problemas estomacales
Entre las enfermedades que puede desencadenar el estrés se encuentra el Síndrome del Intestino Irritable, la acidez, el dolor de estómago agudo, la gastritis y diarrea.
8. Irritación o sarpullido
En ocasiones, un sarpullido o urticaria puede ser consecuencia del estrés o la tensión sostenida. Por eso es importante consultar a un profesional para identificar el origen de los problemas de la piel.
Otras consecuencias
Pueden aparecer cefaleas, deseos de fumar, sensación de escuchar los sonidos amortiguados y otros como padecer una mayor sensibilidad a la luz, sensación de descoordinación o de desorientación, etc., informa la Asociación de Psicología Americana.