Hacer ejercicio es una buena idea, pero realizarlo en exceso, no tanto. De hecho, entrenar con intensidad durante varias horas al día podría conducir a un problema conocido como sobre entrenamiento, y por consiguiente derrumbar todas las metas y avances alcanzados.
Cuando una persona incrementa con rapidez la actividad física que está realizando, esto, a su vez derivará en que el organismo no pueda adaptarse o sea incapaz de sobreponerse a las exigencias, por lo que, mediante unas señales, dará a conocer que algo anda mal.
¿No puedes dormir?
Por ejemplo, la Asociación Americana de Fisioterapia (APTA por sus siglas en inglés) explica que uno de los síntomas más comunes que suelen presentarse ante esta situación es no poder conciliar el sueño, debido a que existe una sobre estimulación en el sistema nervioso simpático que impide concentrar las energías en el descanso.
El pulso cardiaco también suele verse afectado, sobre todo en aquellas personas que no están conformes con dedicar varias horas al día en su físico. De hecho, se han registrado casos en los que, aún estando en reposo, suelen presentarse taquicardias.
¿Por qué?
Cuando se sobre estimula el sistema nervioso simpático, varios de sus neurotransmisores, como la adrenalina, también suelen verse afectados y comienzan a trabajar fuera de lo normal, dando como resultado el incremento de la frecuencia cardiaca. Informa el Instituto del Corazón de Texas.
Una persona que se la pasa horas y horas en el gimnasio es más proclive a caer enferma. ¿Por qué? De acuerdo con la Biblioteca Nacional de Medicina, cuando se gasta más energía de lo normal en el ejercicio, el sistema inmune tiende a debilitarse, dando como resultado que bajen las defensas en el organismo.
¿Te falta apetito?
Otro signo que aparece tras el sobre entrenamiento es la falta de hambre. Y es que tanto el exceso de ejercicio como el insomnio que esto produce pueden provocar desordenes en a nivel metabólico. En algunos casos esto puede incluir náuseas y malestar estomacal.
Algo muy común que sucede en las personas con sobre entrenamiento es que suelen gastar más calorías en ejercicio de las que pueden consumir. Este desequilibrio puede llevar a que el organismo consuma la grasa que el cuerpo tiene de reserva, y por consiguiente haya pérdida de peso.
¿Tienes músculos débiles?
De igual forma, los músculos también resienten la exagerada carga de trabajo a la que son sometidos. Uno de los problemas más comunes es la atrofia muscular y ocurre cuando las fibras de estos tejidos se desgarran a causa de trabajo extenuante. Lo malo es que la recuperación suele ser lenta y al final termina por debilitar el cuerpo.
Al hacer ejercicio de forma exagerada, no hay oportunidad para que el cuerpo se recupere por completo, lo que da pie al surgimiento de dolor, el cual puede volverse crónico y persistir varios días después de realizar una rutina de ejercicios. En esta etapa las contracturas musculares y el dolor en las articulaciones son muy comunes.
¿No rindes como antes?
Otro signo común, según explica la APTA, es la falta de rendimiento físico y mental, ya que cada vez será más difícil para la persona cumplir con su rutina de ejercicios, por lo que tendrá que dedicar más tiempo esfuerzo para hacer el mismo trabajo.
¿Quién dijo que sólo el cuerpo se veía afectado? A nivel mental la persona puede sufrir variaciones en el manejo de sus emociones a causa del estrés que produce entrenar en exceso. De igual forma, puede tener problemas en su concentración, por lo que la toma de decisiones importantes podría significarle ahora un dolor de cabeza.
¿Estás deprimido?
Una de las grandes ventajas de hacer ejercicio es la sensación de bienestar que puede producir; sin embargo, en ciertos casos puede causar depresión. Según la Fundación Nemours esto puede deberse a factores internos de la personas, como caer en la desesperación de no lucir como se desea, lo que llevaría a la sobre exigencia de seguir entrenando.
El hecho de convertir al ejercicio en una obsesión es considerado como un trastorno emocional. La vigorexia consiste en la práctica excesiva de algún deporte con la finalidad de lograr un cuerpo perfecto y en el peor de los casos puede incidir negativamente en el rendimiento laboral, académico, y hasta afectar las relaciones interpersonales.
Vigoréxicos en peligro
De acuerdo con el Departamento de Salud y Servicios Humanos de EU, existe una línea delgada entre sobre entrenar durante un largo periodo de tiempo y tener vigorexia. Y es que la obsesión de querer lucir mejor puede llevar a las personas a realizar cada vez más ejercicio o a consumir productos químicos para el crecimiento muscular.
Si presentas varios síntomas de sobre entrenamiento, lo mejor es reducir o detener tus rutinas para darle a tu cuerpo unos días de descanso. Mientras tanto, bebe muchos líquidos, recurre a masajes y lleva una alimentación con muchas proteínas. Pero si sientes que este problema se ha salido de tus manos, visitar a un terapeuta sería lo mejor.
Poco a poco
Para que no vuelvas a caer en los excesos, se recomienda variar las rutinas e intensidad de los entrenamientos, de manera que ejercites diferentes partes de tu cuerpo según el día y esfuerzo realizado. Para prevenir lesiones no olvides hacer los estiramientos correspondientes.