Las fiestas de ejercicios cada vez más de moda

Los salones se ambientan como una disco, con láser o luces estroboscópicas, bolas de espejos, burbujas y DJ en vivo. Los instructores más innovadores, descorchan champagne y salpican a los alumnos de la primera fila, como se suele hacer al culminar una carrera de Fórmula Uno.

El gimnasio Soul Cycle de Nueva York organiza las “Party Ride”, clases grupales de bicicleta indoor los sábados a la noche, que son una verdadera fiesta. Las participantes cambian los stilettos por el calzado deportivo, y en lugar de cerveza consumen botellas de agua saborizada.

Mientras hacen la clase y pedalean, los asistentes gastan entre 300 y 500 calorías. Lo que comentan los fanáticos de esta moda es que es más saludable que ir a un club nocturno, y hay una energía especial en el grupo, que hace que todos entrenen con más ganas.

Una clase de una “fiesta fitness” puede costar entre 30 y 40 dólares, y los salones se llenan en minutos. Y si toca hacer abdominales de a dos, “es una ocasión especial para invitar a compartir el ejercicio a alguna persona que te haya gustado”, explica un entrenador con un dejo de picardía.

Donna Cyrus trabaja en el departamento de planificación en una cadena estadounidense de gimnasios e informa que hacen festejos a medida. En las instalaciones del gimnasio, se puede combinar el ejercicio con una despedida de soltero, cumpleaños, reunión de colegio y hasta “fiesta” de divorcio.

Además de elegir el sabor y la decoración de la torta, el homenajeado decide si sus invitados van a tener una clase de pole dance, gimnasia o bicicleta indoor para gastar una buena cantidad de calorías con el pedaleo. Así luego podrán disfrutar del brindis y la comida con menos culpa.

Las clases de pole dance o caño son las más populares entre mujeres de 20 a 30 años, que practican con entusiasmo. No son tan intensas como las "habituales" y la instructora acata pedidos de las invitadas, y enseña los pasos que más alimentan sus fantasías de sensuales bailarinas amateur.

El pole dance, baile del caño o del tubo combina baile con gimnasia. Se utiliza un poste vertical donde se trepa y se realizan giros y poses sensuales. Las bailarinas avezadas necesitan abdominales fuertes y brazos potentes para realizar su destreza, que quema unas 300 calorías por hora.

Hay instructores que dan clases en reuniones temáticas, retiros o convenciones, y las empresas eligen cada vez más los eventos saludables, en lugar de las clásicas cenas o cocktails. En conferencias sobre manejo del estrés puede haber clases de yoga, como una propuesta para bajar revoluciones.

Los expertos en fitness y entrenadores personales opinan que esta moda es ideal para quienes no están motivados con el ejercicio. También para el que se siente avergonzado por no tener la destreza del resto de los participantes, ya que el espíritu festivo contagia y da ganas de moverse.

Para los médicos, es una propuesta válida ya que hacer un poco de ejercicio, es mejor que no hacer ejercicio. Las personas que trabajan hasta muy tarde tienen también un espacio para ejercitar en el gimnasio, y es mucho más saludable que ir a una disco.

Un gurú holístico se mostró en contra de la propuesta, ya que sostiene que cuando cae el sol, también lo hace la energía del cuerpo, y es el momento propicio para la tranquilidad. Estas fiestas son muy tarde, cuando el cuerpo ya está programado para descansar.