Más de la mitad del peso de tu cuerpo está formado por agua, y una persona no puede sobrevivir sin agua más de unos pocos días. Es decir que sin agua, tu cuerpo dejaría de funcionar como es debido. No podría completar muchas de las funciones que desempeña. Por ejemplo, tu sangre no podría llevar oxígeno a todas las células de tu cuerpo y sin oxígeno, todas esas células diminutas morirían y tu cuerpo dejaría de funcionar.
Agua para vivir
También necesitas agua para digerir los alimentos y para eliminar los productos de desecho. El agua es necesaria para los jugos digestivos, la orina y las heces. Y no dudes de que el agua es el principal componente de la transpiración, que también se llama sudor.
El agua, como solvente universal, aporta nutrientes y hormonas al cuerpo, regula la temperatura corporal, y lubrica tus ojos y articulaciones", según los youtubers canadienses Mitchell Moffit y Greggory Brown, del canal AsapScience.
Si te sometes a largos períodos sin agua es probable que pierdas energía, que tu piel se seque y hasta te pongas de mal humor.
Cuando tu cuerpo se deshidrata, los receptores sensoriales (terminaciones nerviosas) del hipotálamo del cerebro, que se encuentran en lo que los científicos llaman el "centro de la sed" (OCPTL), envían señales para la liberación de una hormona antidiurética. Y, cuando esto ocurre la orina se vuelve más oscura y huele más
Cuando tu cuerpo se deshidrata también sientes menos ganas de orinar y segregas menos saliva. Es probable que te sientas mareado porque, mientras tanto, tu cerebro está tratando de adaptarse a la falta de su líquido esencial.
La deshidratación ocurre cuando el cuerpo no tiene tanta agua y líquidos como debiera. Puede ser leve, moderada o grave, según la cantidad de líquido corporal que hayas perdido o que no se haya repuesto. La deshidratación grave es una emergencia potencialmente mortal.
Perder líquidos
Tu puedes resultar deshidratado si pierdes demasiado líquido, si no tomas suficiente agua, o ambos factores se mezclan. Lo pierdes cuando sufres de sudoración excesiva, por ejemplo, a causa del ejercicio en clima cálido; tienes fiebre, vómitos o diarrea u orinas demasiado.
A veces ocurre que no tomas agua porque no tiene ganas, no te gusta, estás enfermo., siente náuseas, tienes dolor de garganta o úlceras bucales. Los adultos mayores y las personas con ciertas enfermedades, como la diabetes, también corren un mayor riesgo de presentar deshidratación.
Si tienes deshidratación leve o moderada sentirás sed, la boca seca o pegajosa, no orinarás mucho, la orina tendrá un color amarillo oscuro, piel seca y fría, dolor de cabeza, calambres musculares y mucho sueño.
No orinar u orina amarilla muy oscura o de color ámbar; piel seca y arrugada; irritabilidad o confusión; mareos o aturdimiento; latidos cardíacos rápidos; respiración rápida; ojos hundidos; apatía; shock (flujo sanguíneo insuficiente a través del cuerpo); inconsciencia o delirio.
Presión arterial baja; puntas de los dedos blancas que no retornan al color rosado después de que el médico presiona la punta del dedo; piel que es menos elástica de lo normal; frecuencia cardíaca rápida.. Se deben hacer exámenes de laboratorio, en orina y en sangre, para revisar la actividad renal.
La alarma se enciende
Dejar de beber agua durante días (deshidratación crónica) puede dar lugar a otros trastornos, como diabetes, colesterol alto, problemas de piel y digestivos, fatiga y estreñimiento.
El tiempo de supervivencia varía, según cada persona, entre tres y cinco días, aunque se han reportado casos de personas que lograron sobrevivir por más tiempo.
Para tratar la deshidratación pruebe tomar sorbos de agua o chupar cubitos de hielo; beber agua o bebidas para deportistas que contengan electrólitos. En caso de una deshidratación más grave o una emergencia por insolación, puedes necesitar permanecer en el hospital y recibir líquidos por vía intravenosa.