Pedalear se ha vuelto una moda ecológica, económica, divertida e ideal para compartir con amigos o en familia. Además de sus beneficios contra la contaminación vial y ambiental, puede favorecer nuestra salud, ya que es una de las actividades físicas más completas.
Reduce el riesgo de infarto
Cada vez que montas en bicicleta se reduce el riesgo de infarto en más de un 50%, según hallaron distintos ensayos clínicos. Esto se debe a que cuando pedaleas el ritmo cardíaco aumenta y la presión arterial disminuye, se reduce el colesterol negativo y los vasos sanguíneos aumentan su flexibilidad.
Si lo que quieres es bajar de peso, la bicicleta puede ser una gran aliada. Te permite quemar hasta 300 calorías en media hora de pedaleo a ritmo tranquilo mientras te pones en forma. Sin embargo, los especialistas recomiendan incluir intervalos de alta intensidad para potenciar sus efectos y favorecer el gasto energético.
Protege las articulaciones
Dedicar unos minutos diarios a viajar sobre dos ruedas es muy positivo para las articulaciones de las rodillas, ya que, a diferencia de otras actividades, como correr o saltar, entre 70 y 80% del peso del cuerpo es amortiguado por el sillín, por lo que las articulaciones y los cartílagos no soportan pesadas cargas.
Combate el dolor de espalda
El ciclismo es una de las actividades ideales para las personas que sufren dolor de espalda. Montar en bicicleta ayuda a fortalecer y mantener la columna vertebral protegida de vibraciones y golpes, lograr una buena postura, con el torso inclinado hacia delante, permitir que los músculos de la espalda se tensen y estabilizar el tronco.
Fortalece el sistema inmunitario
Diferentes investigaciones han señalado que realizar ciclismo con regularidad puede fortalecer nuestro sistema inmunitario. Entre los motivos se encuentra que esta actividad favorece la producción de células T o que promueve la movilidad de los fagocitos, células encargadas de combatir bacterias dañinas.
Dormir mejor
Andar en bicicleta estabiliza el ritmo biológico del cuerpo y reduce los niveles de cortisol, una hormona relacionada con el estrés que impide el sueño profundo. Existen diferentes trabajos que concluyeron que las personas que practicaban ciclismo aumentaron el sueño nocturno y tardaban menos tiempo en dormirse.
Puede sonar extraño, pero andar en bicicleta parece asociarse a un mayor deseo sexual en hombres y mujeres. Los investigadores aún no saben con certeza a que se debe este vínculo, aunque señalan que la continua estimulación que sufre la zona perineal durante el pedaleo favorece el deseo sexual.
Una bendición en el tránsito
En la actualidad, el tráfico vehicular se ha convertido en el principal problema de movilidad en varios países del mundo, asociado al crecimiento de la población y al aumento caótico del número de automóviles. En la búsqueda de alternativas encontramos a la bicicleta, que por su eficiencia y bajo costo es un gran medio de transporte, a la vez que cuida nuestra salud.
Cuida la economía
La bicicleta es una gran aliada de la economía doméstica, usarla representa un ahorro en combustible o transporte público. Los costos que puede ocasionar el uso de la bicicleta son entre 50 y 100 veces menores que los que implica conducir y mantener un automóvil.
Ayuda a salvar el planeta
La bicicleta es un medio de transporte ecológico debido a que no requiere de combustible, ya que usa la energía generada por el movimiento de los pies en el pedal. Además, no provoca contaminación sonara y ayuda a reducir los niveles de monóxido y dióxido de carbono, hidrocarburos y otras partículas que favorecen la contaminación del aire.
Es divertido y gratificante
Andar en bicicleta es ideal para compartir tiempo con amigos o en familia. Además, genera endorfinas, las llamadas hormonas de la felicidad, aumentando la sensación de bienestar. También permite conocer la ciudad desde otra perspectiva y despejar la mente de los problemas diarios.
Reglas de seguridad
Al momento de andar en bicicleta debes recordar algunas reglas básicas, como usar siempre casco, equipo protector, ropa brillante, y luces delanteras y traseras, evitar que alguien se suba en los manubrios, respetar las normas de tráficos y ser consciente del entorno (esto puede ser un grave problema si mientras andamos en bicicleta escuchamos música, por ejemplo).
Fuentes consultadas
Biblioteca Nacional de Medicina de EE. UU., Drugs.com, Escuela de Medicina de la Universidad de Harvard, Escuela de Medicina de la Universidad de Stanford, Universidad de Princeton.