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Los nuevos deprimidos del verano

Se trata de un trastorno relacionado con las estaciones del año que, hasta ahora, se definía como una depresión asociada a la oscuridad y al frío del invierno. Pero nuevos estudios muestran que el Trastorno Afectivo Estacional (TAE) también se presenta en ciertas personas durante el verano, indica la Sociedad Americana de Psiquiatría.

Cuando se acerca la temporada de sol y playa, estas personas comienzan a dormir menos, comer menos y, por ende, pierden peso. Su humor cambia radicalmente: se vuelven irritables y cualquier cosa los altera. Curiosamente los síntomas del TAE en el verano son los opuestos a los que afectan a los deprimidos invernales que comen más, duermen más y prácticamente hibernan, alejándose incluso de actividades sociales.

Los nuevos deprimidos del verano

Puntos clave

  • En la depresión de verano, las personas detestan el sol, y la humedad y el calor los vuelve irritables.
  • Afecta a cerca del 1% de la población.
  • Pero dicen que los casos aumentan a causa del calentamiento global, y de mayores períodos de calor.

En ambos casos son trastornos afectivos pasajeros, que desaparecen con el cambio de estación. Aunque, indican expertos, es cierto que en algunos casos, los síntomas pueden prolongarse, lo que es señal de un trastorno psicológico de mayor calibre.

Según Normam Rosenthal, profesor de Psiquiatría en la Escuela de Medicina de la Universidad Georgetown, quien estudia la depresión estacional invernal desde que se definiera por primera vez en 1986 y la del verano desde que apareciera en el mapa de la Psiquiatría hace pocos años, explica que en sus formas severas, la depresión del verano puede despertar pensamientos suicidas.

El experto señala que así como en el trastorno invernal se recomienda a las personas terapias de luz y viajar al sur en busca de calor, en el caso de los afectados del verano la estrategia es apuntar hacia el norte, baños fríos y abusar del aire acondicionado.

Sin embargo, por razones que aún se desconocen, las terapias “aliviadoras” funcionan mejor en los tristes del invierno que en los del verano. Lo que sí saben los investigadores es que la humedad tiene un rol crítico en elevar la irritabilidad en estas personas.

El 5% de la población sufre de depresión invernal, cerca del 1% padece la del verano. Pero los especialistas aseguran que el número de personas afectadas por el trastorno veraniego está aumentando al ritmo del calentamiento global y de períodos más extensos de calor.

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