¿Facebook deprime?

Puede parecer una broma, pero investigadores de la Sony Brook University de Nueva York, han encontrado que el uso excesivo de Facebook puede provocar una predisposición a desarrollar un trastorno de ansiedad y depresión en los adolescentes, sobre todo en las mujeres. A este fenómeno se lo denomino “Depresión Facebook”.

Los investigadores descubrieron que pasar largas horas discutiendo problemas, puede obsesionar a los jóvenes con ciertos temas y dejarlos “trabados allí”, lo que puede llevarlos a la depresión. Sin embargo, también hay investigaciones que dicen que Facebook puede ayudar a levantar la autoestima de una persona, ya que allí se muestran perfiles y comentarios positivos sobre ella.

La depresión es una enfermedad real y seria que afecta la vida de las personas, sus pensamientos, estado anímico que además acarrea síntomas físicos y corporales. Las investigaciones han mostrado que incluso tiene causas genéticas y biológicas, produce alteraciones hormonales y algunas diferencias en estudios de imágenes de la actividad cerebral, en comparación con personas no deprimidas.

El 80% de los individuos depresivos que reciben tratamientos obtienen mejoras. Es importante al hacer el diagnóstico es que al hacer descartar otras patologías físicas. El tratamiento que mejor funciona incluye una combinación de medicamentos y psicoterapia.

Los síntomas de la depresión pueden durar semanas, meses, e incluso años. La medicación apunta sobre todo a compensar el desbalance químico en los neurotransmisores encontrados en personas con depresión. La psicoterapia ayuda a resolver conflictos y mejorar la calidad de vida.

Los antidepresivos están diseñados para cambiar ciertos químicos cerebrales para aliviar algunos síntomas de las enfermedad y no para cambiar la personalidad. La mayoría de las personas que comienzan un tratamiento para la depresión, más que un cambio de personalidad, experimentan que vuelven a ser sí mismos.

A pesar de que el número de mujeres deprimidas duplica el número de hombres, ellos también sufren de depresión. Esta creencia de que afecta más a las mujeres viene asociada con el hecho de que los hombres muchas veces no reportan los síntomas por considerarlos una señal de debilidad.

De acuerdo con el Instituto Nacional de Salud Mental, cada año 1 de cada 33 niños y 1 de cada 8 adolescentes muestran signos de depresión. A diferencia de los adultos, los niños no expresan sus sentimientos y angustias directamente, con lo cual es muy importante que los adultos presten atención a los síntomas de depresión en los niños.

Nadie elige estar deprimido, ni es un signo de debilidad. Si bien los expertos aseguran que pensar en forma positiva ayuda a mejorar la depresión, existen fundamentos científicos y biológicos que pueden demostrar que una persona esta deprimida.

Una separación, una pérdida, la muerte de un ser querido, pueden desatar etapas de tristeza, pero depresión es más que pensamientos tristes ocasionales y no requiere el desencadenante de un evento específico en la vida.

Hay personas que desarrollan un cuadro de depresión después de un trauma o pérdida significativa en la vida. Si los periodos de tristeza postraumáticos, se convierten en desesperanza y desinterés, dificultades para dormir, incapacidad para disfrutar cosas y tienen al menos 6 meses de duración, es probable que estemos frente a un cuadro de depresión.

Muchas personas no hablan de sus problemas por miedo a quedar señalado socialmente o por la idea de que esto empeora las cosas. Está comprobado que hablar de los problemas ayuda a resolverlos. Lo importante es encontrar un familiar o amigo que no te juzgue, que pueda apoyarte y pueda acompañarte a recibir ayuda profesional si la necesitas.

A pesar de que muchas veces las personas de la tercera edad experimentan soledad, aislamiento, problemas físicos, cuestiones financieras, la depresión no es una consecuencia de envejecer. Es mas, muchas de las personas que hoy tienen unos 60 o 70 años, no han tenido la posibilidad de discutir abiertamente sus problemas como existe ahora. Según estadísticas de la Asociación Gubernamental América Salud, el índice más alto de depresión lo tienen las personas de 40 a 59 años.

De la misma manera que uno puede estar predispuesto a contraer diabetes o alta presión, las personas cuyos padres han sufrido de depresión tienen tres veces más chances de desarrollar la enfermedad. Esto no significa que esas personas seguro sufrirán de depresión.

Un estudio de la Universidad de Maryland recientemente publicado por la revista Ciencia Psicológica determinó que los hijos de madres depresivas mostraban un nivel de estrés mayor que los demás, medidos en la cantidad de cortisol aparecida en su saliva. Los autores concluyeron que un padre deprimido puede llevar a un niño deprimido.