En otras palabras, la alexitimia designa la incapacidad de hacer corresponder las palabras con las emociones, así como también otras características sintomáticas que se asocian a ella, definidas por la clínica médica como la limitación en la vida imaginaria, la tendencia a recurrir a la acción y no a las palabras para resolver los conflictos y una cantidad de síntomas físicos de orden psicosomáticos, según fue definida por el psiquiatra francés Jean-Louis Pedinielli en 1992.
Según la hipótesis de los científicos, esta falta de expresión podría deberse a una falla de comunicación entre los dos hemisferios del cerebro, es decir una falta de conexión entre el hemisferio derecho que es la región cerebral donde se manifiestan las emociones y la zona del lenguaje que se ubica del lado izquierdo.
Hay casos de alexitimia en los que las personas no pueden expresar en palabras lo que sienten pero otros en que directamente no sienten las emociones.
Incluso entender de qué se trata esta patología puede ayudar al entendimiento de enfermedades graves como la anorexia, la esquizofrenia incluso el dolor crónico y el síndrome del intestino irritable, ya que muchas de ellas tienen una relación con la incapacidad de expresar emociones.
Al no poder sentir las emociones propias, son personas que les cuesta entender lo que les sucede a los demás y por lo tanto, les puede parecer extraño el comportamiento de las personas que los rodean.
"Se necesita hacer esta transferencia emocional para poder verbalizar lo que uno siente", señala Katharina Görlich-Dobre, investigadora del Departamento de Neurología del Hospital Universitário de Aachen, Alemania en declaraciones a la BBC.
Görlich-Dobre y un grupo de colaboradores realizaron una investigación sobre imágenes cerebrales y encontraron que las personas con alexitimia parecían tener unas conexiones anormalmente densas en el puente neural entre los dos hemisferios. Esto podría explicar el hecho de que no haya tanta relación entre ambas partes y no se produzca el cruce de información emocional normal.
La experta también encontró una reducción en la materia gris en áreas de la corteza cerebral que podría explicar esta patología.
Por otra parte, el psiquiatra Richard Lane, de la Universidad de Arizona, realizó una investigación y comparó el trastorno de alexitimia con lo que le sucede a personas que se han quedado ciegas después de sufrir daños en la corteza visual. A pesar de tener ojos sanos, esas personas no podían ver las imágenes que les mostraban los investigadores.
El investigador relacionó esto con el hecho de que las personas que tienen un daño en el circuito neuronal involucrado al procesar emociones, no logran llevar a la conciencia los sentimientos de tristeza, alegría y enojo.
"Quizás en estos casos la emoción es activada, incluso puede aparecer una respuesta corporal, pero sucede sin que esa emoción sea consciente", explicó Lane.
Igualmente, podría ser de ayuda para entender más a fondo los llamados problemas psicosomáticos, como dolores crónicos y el síndrome de intestino irritable que parece más comunes en las personas con alexitimia, es decir, que la falta de palabras produce síntomas, algo que los psicoanalistas vienen diciendo desde hace 50 años.
Según el psiquiatra, normalmente la percepción consciente de las emociones ayuda a amortiguar las sensaciones físicas asociadas a los sentimientos.
La esperanza de los investigadores es que algún día las investigaciones consigan encontrar los orígenes de la alexitimia y se puedan detener sus efectos, ya que se presume que muchas de las enfermedades mentales e incluso la crueldad o la psicopatía puedan tener un origen en esta falta de expresión y de empatía con los demás por los sentimientos y emociones no registrados y no expresados.
