“Nuestro estudio ofrece evidencia de que los aspectos sociales de la religión, más allá de la teología o la espiritualidad, son los que están más relacionados con la satisfacción en la vida”, expresó Chaeyoon Lim, profesor asistente de Sociología en la Universidad de Wisconsin en Madison, quien lideró el estudio.
“En particular, hallamos que las amistades que se construyen alrededor de las congregaciones religiosas son el ingrediente secreto que hace a la persona más feliz”, completó.
Puntos clave
En el país, muchos inmigrantes, hispanos o de otras etnias, encuentran una red de soporte social, amigos y apoyo en sus congregaciones religiosas.
Para llegar a esta conclusión, Lim, junto con Robert Putman, profesor de Políticas Públicas de la Universidad de Harvard, realizaron el estudio denominado “Religión, redes sociales y satisfacción en la vida”. Para la investigación, analizaron datos de un megaestudio sobre cuestiones de fe realizado a nivel nacional entre 2006 y 2007.
El trabajo de los dos investigadores se encuentra en el American Sociological Review.
De acuerdo al estudio, el 33 por ciento de las personas que van a servicios religiosos cada semana, y que tienen de 3 a 5 amigos en su iglesia, aseguran que están “extremadamente satisfechos” con sus vidas. Serían 10 puntos, el máximo puntaje, en una escala del 1 al 10.
En comparación, sólo el 19 por ciento de las personas que van a misa, pero no tienen amistades en su congregación manifiestan ser extremadamente felices.
Por otra parte, el 23 por ciento de los que van a servicios religiosos varias veces al año, pero sí tienen amigos confiesa sentirse con un “10” en satisfacción.
La influencia de la religión abarca campos impensados, un estudio de la Universidad de Missouri que se dio a conocer esta semana comprobó que la fe también pesa a la hora de emitir un voto.
"Para mí, no es sólo ir a la iglesia y escuchar un sermón, o rezar, lo que hace felices a estas personas, sino la posibilidad de hacer una red de amigos, una red social de soporte”, aseguró Lim.
De acuerdo al investigador, se trata de estar dentro de un grupo de pertenencia, “es la posibilidad de pertenecer a una comunidad basada en la religión”. Completó la idea asegurando que estar rodeado de personas que comparten la fe, los mismos principios, “hace a la comunidad religiosa más real y tangible”. Y también más fuerte.
Si bien este trabajo se basó en el análisis de personas que pertenecían a grupos católicos y cristianos protestantes y evangélicos, Lim asegura que este patrón se puede traspolar a otros grupos religiosos como los musulmanes o los budistas.