La mayoría de las personas que se involucran en una relación lo hacen con la expectativa y esperanza de que su pareja le será fiel, lo que no siempre se cumple.
De hecho, la infidelidad en las relaciones de pareja es la primera causa de divorcio; produce diversas reacciones emocionales y causa ansiedad y depresión. Pero no todas las parejas que atraviesan un episodio de infidelidad se separan.
Algunas mantienen su relación por muchas razones. Otras de esas parejas acuden a terapia; pero la recuperación de la confianza después de la infidelidad no es nada fácil.
La doctora en psicología Susan Krauss Whitbourne, indicó, en una columna en el portal especializado Psychology Today, que “se puede sentir que la infidelidad es un resultado impredecible de una relación a largo plazo: un tercero viene, atrae a tu pareja o a ti, y antes de darte cuenta, las cosas se ponen mal, muy mal”.
Sin embargo, en realidad no es tan difícil pronosticar una infidelidad, porque muchas veces depende de características que están en la persona que engaña.
En efecto, tres psicólogos de la Universidad de Florida se fijaron el reto de analizar qué actitudes o comportamientos podían predecir la probabilidad de que la infidelidad toque a las puertas de una relación.
Tras varios años de estudio, los investigadores Jim McNulty, Andrea Meltzer, Anastasia Makhanova y Jon Maner publicaron la respuesta en la revista académica Journal of Personality and Social Psychology.
En su análisis, los científicos sociales siguieron durante tres años y medio a 233 parejas de recién casados, todos heterosexuales, y documentaron detalles íntimos de sus relaciones, incluyendo su satisfacción con el matrimonio, sus niveles de compromiso en el largo plazo, si habían sido infieles y si seguían juntos tras ese periodo de tiempo.
“El césped siempre es más verde al otro lado”
Meltser, Makhanova y Maner evaluaron dos respuestas psicológicas en los recién casados: la primera, llamada “retirada de la atención”, la cual tiene que ver con el impulso de una persona comprometida de, literalmente, retirar su mirada de una persona muy atractiva que no es su pareja.
Para ello, le mostraron fotografías de personas muy atractivas a los participantes, para ver cómo reaccionaban.
Los investigadores descubrieron que quienes eran capaces de rápidamente de dejar de mirar las fotografías a futuro era menos probable que fueran infieles.
“Las diferencias entre quienes dejaban de mirar y los que no, eran notables: aquellos individuos que eran capaces de dejar de mirar eran 50% menos proclives a tener sexo fuera del matrimonio”, dicen los investigadores. Algo así como retirar la mirada del césped del vecino, para evitar la tentación de comprobar si es más verde.
La segunda respuesta que observaron los investigadores fue la tendencia de los participantes a admirar la belleza de personas que podrían convertirse en potenciales parejas románticas.
“Estos procesos –mirar o no mirar– son espontáneos y no requieren mucho esfuerzo, y pueden haber sido forjados tanto por la biología como por las experiencias de la infancia”, dice Jim McNulty.
No obstante, el investigador asegura que hay un cuerpo de investigaciones creciente que sugiere que la gente está en capacidad de entrenar sus habilidades para retirar su atención en un momento de tentación. Sería como dejar atrás un mal hábito: difícil, pero posible.
Buen sexo dentro del matrimonio… ¿y también fuera?
Los psicólogos evaluaron también otros factores, como la edad de los casados y su satisfacción con la relación. Encontraron que a más jóvenes y menos satisfechos, más probablidad de que se presentara una infidelidad.
Pero encontraron además un dato que parece intuitivo: a mejor sexo en el matrimonio, más probabilidades de un romance extramarital.
“Este resultado lo que nos sugiere es que quienes se sienten de forma más positiva respecto al sexo pueden buscarlo dentro o fuera de su relación principal”, se lee en el análisis.
Otro predictor de posibles infidelidades fueron la cantidad de relaciones cortas que tuvo cada miembro de la pareja antes del matrimonio.
Los hombres que habían tenido un mayor número de relaciones cortas antes del matrimonio eran más propensos a “poner los cachos”. Para las mujeres, en cambio, sucedía lo opuesto.
Lejos de ser predicciones grabadas en piedra, lo que sugieren los investigadores son pistas sobre las cuales hay que dialogar con la pareja para tener una relación más sana y honesta.
Trío amoroso
En otro estudio se determinó que involucrarse en un triángulo amoroso puede tener sus raíces en una oscura triada, conocida por ser la base de una variedad de comportamientos problemáticos y formas de relacionarse con los demás.
La triada oscura se refiere a un trío de cualidades personales negativas: narcisismo, psicopatía, y maquiavelismo.
Las tres implican una tendencia a explotar o manipular a los demás, una incapacidad para experimentar empatía o remordimiento, y la necesidad de ganar poder e influencia sin preocupación de lo que se interponga en su camino”, explicó la doctora en psicología Susan Krauss Whitbourne.
Las personas con estas características, tal como señala un estudio del psicólogo de la University of Central Lancastershire (Reino Unido), Gayle Brewer, son menos capaces de formar un fuerte compromiso, son más propensas a engañar a los demás, y suelen traicionar tu confianza.
Las investigaciones han mostrado que las cualidades de la tríada oscura pueden predecir una infidelidad. Por ejemplo, se estableció que quienes tienen una personalidad con rasgos antisociales y de psicopatía, tenían más intenciones de ser infiel y también eran más susceptibles cuando eran engañados.
Según la experta, quienes tienden a actuar en contra de los demás, confían menos en los demás, y en ellos mismos.
Los autores explican que esta forma de psicopatía no es lo que normalmente asociamos con la psicopatía de personalidad (falta de remordimiento y tendencia a explotar a los demás), pero sí la tendencia a cometer actos arriesgados o incluso penales.
“La segunda parte del estudio investigó la relación entre rasgos de la tríada oscura y la venganza. Como era de esperar, los dos estaban relacionados”, explicó.
“El vengador es una persona que actúa de manera impulsiva, no se preocupa por las consecuencias, y hará casi cualquier cosa para expulsar sus sentimientos de ira. Esta venganza en ‘caliente’, en comparación con la venganza en ´frío’, puede tener resultados más peligrosos”, comenta.
En este contexto, Susan dice que se puede predecir la infidelidad, y estos son los 3 mayores indicadores:
Narcisismo. Las personas que creen que tienen derecho a lo que quieran se comportarán así , como consecuencia” señala la especialista.
Mala actitud y moral variable: Las personas con rasgos de psicopatía tienen su brújula interna cargada hacia la falta de moral y una tendencia a mostrar su ira de una manera destructiva.
Si tu pareja tiende a hacer cosas malas sin remordimientos y se molesta cuando le piden explicaciones, también es capaz de ser infiel sin sentirse culpable.
Baja intimidad: La pareja infiel en una relación puede no ser romántica en absoluto. Pueden enamorarse, pero no son capaces de lograr real cercanía en una relación de pareja.
El estudio de Brewer determinó que el “aumento de la susceptibilidad a la infidelidad pueden reflejar afecto negativo, ansiedad y baja autoestima”.
Y es que las personas inseguras, evitan acercarse a otros porque no se sienten seguros en una relación íntima y comprometida.