El cerebro es el órgano donde ocurren fenómenos como nuestros pensamientos, ideas, fantasías, sentimientos y acciones.
Existe una serie de trastornos y enfermedades que afectan la manera como el cerebro procesa la información.
Esto puede pasar porque nacemos con estos problemas o puede ocurrir porque en el camino nos enfermamos o envejecemos.
Funciones cognitivas
Entre las acciones que realiza el cerebro están las funciones cognitivas. La cognición es un término que deriva del latín y significa conocer.
Desde el punto de vista de las neurociencias cuando hablamos de funciones cognitivas nos referimos a todas las funciones o acciones que ejecuta el cerebro y que le permite procesar la información de manera adecuada y adaptativa, lo que garantiza la supervivencia y calidad de vida.
Entre las funciones cognitivas tenemos a la atención, la memoria, la capacidad de aprendizaje, el razonamiento, la habilidad para tomar decisiones y resolver problemas.
Factores relacionados a disminución de funciones cognitivas
Si no son favorables algunos aspectos genéticos y hereditarios, si el desarrollo del cerebro dentro del vientre de la madre se afecta, si el proceso del parto es traumático, si ocurren enfermedades en la infancia que afectan el cerebro, se pueden limitar estas capacidades que están en desarrollo.
Si todo es favorable, se crece con un buen nivel de desempeño en estas funciones cerebrales. Pero puede ocurrir que más adelante alguna enfermedad o evento inesperado, como por ejemplo un accidente, afecte estas facultades y la persona queda con limitaciones.
Cerebro tiene capacidad de recuperarse
Afortunadamente el cerebro tiene la capacidad de recuperarse y aprender de manera constante gracias a la neuroplasticidad.
Neuroplasticidad
La neuroplasticidad no solo permite el aprendizaje, también explica cómo nuestro cerebro puede minimizar los efectos de una lesión a través de modificaciones que hace de su estructura y funcionamiento, de forma que otras áreas compensan el déficit y se hacen hábiles en nuevas actividades.
Este proceso se puede promover con la práctica de actividades que exigen a nuestro cerebro cambiar en la dirección que queremos, lo que se traduce en la formación de nuevas conexiones neuronales.
Es recomendable que un especialista en rehabilitación cognitiva asesore y oriente a las personas en cómo realizar de manera correcta este entrenamiento, indicando las actividades que van a fomentar y generar la recuperación de las funciones afectadas.
