La lesión cerebral de origen traumático también conocida como traumatismo cráneo encefálico (TCE) es un motivo de consulta bastante frecuente en los servicios de urgencia.
Aproximadamente un millón y medio de personas en todo el mundo mueren al año por esta causa, y se estima que en los países desarrollados la tasa de incidencia está entre 100 a 200 personas por cada 100,000 habitantes.
En los Estados Unidos de América, es la principal causa de muerte en el grupo etario que va desde los 15 hasta a los 44 años.
¿Qué es una lesión cerebral de origen traumático?
De acuerdo a los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés), la lesión cerebral de origen traumático es el resultado de la aplicación de una fuerza externa, o la rápida aceleración y/o desaceleración de estructuras cerebrales que se encuentran dentro del cráneo.
Esto puede afectar de manera negativa las funciones del cerebro como: la conciencia, la memoria, y cualquier otra alteración mental, que de forma permanente o transitoria ocurren posteriormente al evento que ocasionó la lesión.
Los TCE se pueden clasificar por el grado de severidad de la lesión y el daño que se presenta en: traumatismos leves, moderados o graves.
¿Qué secuelas puede tener un TCE ?
Las secuelas neurológicas y psiquiátricas de estos pacientes son diversas.
¿Cuáles son las posibles secuelas neurológicas?
Entre las neurológicas son frecuentes el dolor de cabeza, los déficits motores, sensitivos y del lenguaje, las alteraciones cognitivas como por ejemplo: problemas de atención y concentración, amnesia o trastornos de la memoria, alteraciones en la capacidad para resolver problemas (habilidades ejecutivas). Otra consecuencia neurológica es la epilepsia post-traumática.
¿Cuáles son los trastornos psiquiátricos posibles de presentarse posterior a un TCE?
Los trastornos psiquiátricos que siguen a un TCE son bastante frecuentes y muchas veces se acompañan de las alteraciones cognitivas.
Entre estos están los episodios depresivos, cuya incidencia puede ir del 14 al 77% de los pacientes, siendo más severa en aquellos casos de TCE donde la lesión es más grave.
Otros trastornos psiquiátricos que son frecuentes tras un TCE: los trastornos de ansiedad, el trastorno de estrés postraumático, las psicosis y el abuso de sustancias.
Se debe tratar, dentro de lo posible, prevenir este tipo de lesiones, pero en caso de que el infortunio nos depare un evento o accidente que tenga como consecuencia un TCE, se debe tratar de manera oportuna y adecuada.
Así mismo, es importante un abordaje médico multidisciplinario que no descuide las secuelas psiquiátricas, que deben ser tratadas de manera individualizada y que además deben incluir: rehabilitación, psicoterapia, e intervención social para así facilitar la independencia y autonomía del paciente.