Ya sea en un noviazgo, en pareja o matrimonio, las relaciones suelen presentar obstáculos a medida que pasa el tiempo.
Aunque no existen soluciones de manual y cada caso es particular, un matrimonio de expertos en relaciones, Suzann Pileggi Pawelski y James Pawelski, explicaron cómo fomentar sentimientos positivos y superar los desafíos para lograr una relación duradera.
En una entrevista para Greater Good Magazine identificaron cuatro claves para mantener vivo el amor en las relaciones:
- Promover una pasión sana y armoniosa, a diferencia de una obsesiva.
- Cultivar y priorizar emociones positivas, en lugar de simplemente esperar a que sucedan por sí mismas.
- Disfrutar esas emociones positivas, en lugar de dejarlas pasar.
- Encontrar maneras de nutrir las fortalezas de tu pareja.
Según Suzann, uno de los principales desafíos para mantener una buena relación es evitar que los problemas se vuelvan el foco de la atención. Esto puede desplazar a los pequeños momentos u oportunidades para conectarse.
James agregó que no es bueno obsesionarse por encontrar un alma gemela. Creer que alguien te "completa" es una propuesta peligrosa y probablemente no sea sostenible.
Tampoco sería justo esperar que otra persona se encargue de hacernos felices, ya que tiene sus propios objetivos y direcciones en la vida.
Mantener el interés
Las relaciones suelen comenzar con grandes grados de excitación, alegría e interés. Aunque, muchas se desvanecen cuando la pareja no experimenta estas emociones con tanta frecuencia.
Pero esto no debe significar un problema, los autores sostienen que a medida que las relaciones se desarrollan y maduran, también se experimentan emociones más tranquilas y sólidas, como la gratitud y la inspiración y, en última instancia, el amor.
También es importante estar presente para la pareja durante los momentos difíciles, como cuando se pierde a un ser querido o un empleo. Sin embargo, es igual de importante, si no más, que las parejas celebren los buenos tiempos.
Prácticas para implementar
Los especialistas afirmaron que una buena relación no debe basarse en intercalar lo que uno de los dos quiera hacer, ya que eso sería "tomar turnos para ser feliz en lugar de ser felices juntos".
Por eso, aprovechar las combinaciones entre los gustos y fortalezas puede aumentar el bienestar individual y el de la pareja.
"Por ejemplo, una de las fortalezas de Suzie es el entusiasmo, y una de las mías es el amor por el aprendizaje. Para una cita de fortalezas, hicimos un recorrido en Segway por el histórico Filadelfia. Ella pudo disfrutar de un paseo en Segway, mientras que yo estaba encantado de conocer la historia de la ciudad", afirmó James.
Tomando a Aristóteles, detallaron que existen diferentes tipos de relaciones: algunas centradas en la utilidad o el beneficio mutuo y otras en el placer. Pero, las más profundas se dan cuando se basan en apreciar la bondad de la otra persona.
"Nuestra recomendación para el Día de San Valentín podría ser concentrarte menos en lo que recibes de tu pareja o en lo divertido que es estar con ella, y en su lugar, concentrarte en la bondad y carácter de esa persona", dijo James.
Aprender a disfrutar
Los expertos aseguraron que concentrarse en lo negativo, dificulta la posibilidad de encontrar oportunidades y soluciones.
También afirmaron que las parejas a menudo se separan no solo por sus grandes problemas sino, porque con el tiempo, ya no se sienten reconocidos ni apreciados.
Como contracara, disfrutar de la pareja y sus cualidades puede ser más efectivo para comunicar nuestro amor que una variedad de otros medios, como hacer regalos.
Los Pawelski sostienen que focalizarse en los problemas y solucionarlos de manera rutinaria, no permite un crecimiento como pareja.
"Metafóricamente, las relaciones son como un jardín: si recoges las malas hierbas, no vas a tener más malas hierbas. Pero si no plantas semillas para las flores, tampoco tendrás flores", dijo Suzann.
Sin embargo, la pareja fue clara a la hora de reconocer que si te encuentras en una relación emocional o físicamente abusiva, debes irte por tu seguridad psicológica o física. Muchas veces una relación no puede ser rescatada, y no debería por que serlo.
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