Una de las dudas más comunes cuando los bebés comienzan la alimentación complementaria es saber cuál es el mejor momento para incluir el trigo en su dieta. Este grano es fuente de gluten, proteína que puede causar alergias alimentarias y problemas de salud.
La Organización Mundial de la Salud indica que la lactancia materna debe darse de forma exclusiva hasta los seis meses del bebé y, a partir de ese momento, es cuando se comienzan a introducir los alimentos en su dieta. Las inquietudes de los padres tienen que ver con si se debe retrasar la ingesta de alguna comida para evitar reacciones alérgicas, especialmente las asociadas al trigo.
El pediatra gastroenterólogo Anthony Porto dice que no es importante cuáles son los primeros alimentos sólidos que consumen. Tradicionalmente se ofrecen primero cereales de un solo grano, como arroz y avena, y una vez que el bebé aprende a comerlos, se van incorporando a su dieta otros alimentos gradualmente, incluso aquellos que contienen trigo, como panes y pastas.
Porto, quien también es miembro del consejo asesor de Gastroenterología en la Academia Americana de Pediatría y director médico del Programa de Enfermedad Celíaca Pediátrica de la Universidad de Yale, afirma que no es necesario retrasar o esperar para darles este cereal.
“No hay evidencia de que esperar a incorporar o limitar los alimentos que causan las alergias, como el trigo u otros granos que contienen gluten (centeno o cebada) hasta por cuatro a seis meses, prevenga las alergias alimentarias o la aparición de la enfermedad celíaca. El trigo puede ser incorporado comúnmente en cereales para bebés, ya que es un cereal multigrano”, explica el especialista.
Cómo afecta el trigo la salud
El trigo puede causar dos tipos de reacciones adversas de tipo inmune. La más común es la alergia alimentaria clásica, ocurre inmediatamente después de que el niño lo ingiere y sus síntomas pueden ser urticaria o sibilancia.
En caso de que el niño presente una reacción de este tipo, se debe buscar orientación con su pediatra sobre cuáles son los mejores alimentos para él y cuáles deben evitarse. “Lo bueno es que la mayoría de las alergias al trigo se resuelven en la infancia temprana y por lo general no duran hasta la edad adulta, explica Porto.
La segunda reacción es la enfermedad celíaca. Esta puede manifestarse poco después de que el bebé prueba su primer plato de cereal, pero muchas veces los síntomas son tan leves que es detectada durante la adolescencia o en la edad adulta. El gluten, al afectar el intestino delgado, puede causar dolor abdominal, diarrea, irritabilidad, aumento lento del peso y del crecimiento son señales de esta afección.
El origen de la enfermedad celíaca es genético. Se puede diagnosticar con análisis de sangre o examinando una pequeña muestra de tejido del intestino delgado. No tiene cura, pero sus síntomas se alivian llevando una dieta sin gluten.
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