Muchas mujeres lloran con su telenovela favorita, cuando abrazan a un hijo, cuando despiden a alguien: lloran por amor, tristeza o alegría. Y mientras siempre nos hemos preguntado por qué “ellas” derraman más lágrimas que los hombres, un grupo de médicos descubrieron que la verdadera causa es hormonal. Pero no se refieren a las hormonas femeninas, sino masculinas.
En muchas culturas, se ha trasladado de una generación a otra la idea de que “los hombres no lloran”. Y a pesar de la barrera impuesta, una razón biológica justifica en parte ese mandato. “La testosterona inhibe el llanto, lo que puede explicar por qué las mujeres lloran más que los hombres”, dice el profesor Bernard Chang del Real Colegio de Oftalmólogos de Inglaterra.
Puntos clave
¿Qué son las lágrimas?
“El fluido salado que conocemos como lágrimas es una mezcla de agua, aceite y moco. El equilibrio entre los tres componentes es delicado y si no tenemos la cantidad exacta de uno o si alguno de ellos se produce en exceso, puede derivar en una película lagrimal inestable", declaró en el Daily Mail el Doctor Geoffrey Rose, oftalmólogo del Hospital Moorfields Eye, de Londres. “Un problema común es la sequedad ocular, causada por falta de agua, aceite o moco en la película lagrimal”, agregó.
El ojo utiliza dos métodos distintos para producir lágrimas: puede producirlas a un ritmo lento y constante para mantener la lubricación normal del ojo, o producir una gran cantidad de lágrimas en respuesta a la irritación de los ojos o a una emoción, informa la Asociación Americana de Oftalmología.
¿Es bueno llorar?
Sí, porque las lágrimas limpian los ojos y los lubrican, explica la Biblioteca Nacional de Medicina. Pero muchas veces, no sólo a los hombres les cuesta llorar: mientras que algunas mujeres rompen en llanto ante la mínima emoción, otras no pueden derramar una lágrima.
Esto puede deberse a dos causas: padecer del síndrome de ojo seco o una enfermedad autoinmune, como el síndrome de Sjogren, que afecta a las glándulas secretoras de todo el cuerpo, incluyendo los ojos.
Pero además del lado orgánico, las lágrimas tienen una explicación psicológica y cultural. “Tenemos la tendencia a llorar más por desesperación", afirma el profesor inglés Ad Vingerhoets, investigador principal en este tema. “Así como nos calman y ayudar a relajarnos, las lágrimas nos ayudan a decir a los demás que necesitamos ayuda”. Y agrega: “se ha comprobado que las personas lloran más si se han criado en un hogar donde la reacción del llanto es algo común”.
