La falta de sueño es un problema de estos tiempos. Se dice que hay una epidemia de privación del sueño, y afecta a casi todos los países del mundo, pero sobre todo, a los más desarrollados.
La National Sleep Foundation estima que en Estados Unidos hay entre 50 y 70 millones de personas con insomnio, y un estudio de la Universidad de Warwick halló que en los países en desarrollo hay más de 150 millones. Es decir, en el mundo hay 220 millones de personas que no duermen bien.
Si eres uno entre tantos millones que no duermen lo suficiente por la noche, considera lo que estás bebiendo durante el día.
Mientras que a menudo se culpa al café y al alcohol por su impacto negativo en el sueño, hay otra bebida que se ha relacionado con un sueño deficiente: la soda.
Las personas que beben muchas bebidas azucaradas y con cafeína tienden a dormir durante 5 o menos horas por noche, mucho menos de lo que sería ideal para cualquier edad . Si bien no está claro si las bebidas provocan insomnio o si la falta de sueño hace que la gente busque refrescos azucarados, existe una asociación entre los dos, y no es buena para la salud.
Hay una serie de razones por las que la soda no te favorece cuando tratas de alcanzar un sueño saludable, informa la American Sleep Foundation:
La cafeína puede mantenerte despierto
Comenzando por el culpable más obvio, la cafeína, es un estimulante bien conocido que bloquea los químicos en el cerebro que te hacen sentir somnoliento, provocando que te sientas temporalmente más alerta.
La cafeína es segura con moderación, pero puede permanecer en el torrente sanguíneo durante aproximadamente 6 horas. Si tomas un refresco con la cena, es posible que aún sienta los efectos a la hora de acostarte.
Pueden empeorar la acidez durante la noche
La carbonatación en los refrescos puede provocar hinchazón y presión estomacal que contribuyen a la acidez estomacal o al Reflujo Gastroesofágico (ERGE). Éste tiene una tendencia a reagudizarse durante la noche y hace que tengas más probabilidades de padecer problemas de sueño como insomnio, somnolencia diurna y síndrome de piernas inquietas.
Contribuyen a la obesidad
Las bebidas endulzadas con azúcar como los refrescos, son la principal fuente de azúcar en la dieta estadounidense, y representan casi la mitad de los azúcares añadidos que se consumen en el país.
Una botella de 20 onzas de cola regular, contiene aproximadamente 240 calorías de azúcar. Sin embargo, paradójicamente, incluso sin contener calorías, la gaseosa dietética también puede contribuir al aumento de peso.
Éstas últimas son malas noticias para la calidad del sueño, ya que la obesidad aumenta el riesgo de apnea del sueño y más pérdida de sueño, creando un círculo vicioso.
Pero hay una buena noticia: eliminar la soda, esta molesta bebida y reemplazarla agua o agua mineral, puede hacer que te sientas hidratado y fresco, sin que se dañe tu sueño.
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