Sentirse cansado y somnoliento durante el día no siempre es por haber dormido poco. Algunas personas que se sienten cansadas durante el día padecen un trastorno de sueño, pero para otras, el dormir 7 u 8 horas no es garantía de estar despejadas en el día.
La cantidad de sueño necesario depende de varios factores como la edad, el estilo de vida, el estado de salud y si ha dormido lo suficiente últimamente. La mayoría de los adultos necesitan dormir entre 7 y 8 horas cada noche.
Pero a veces la somnolencia diurna (caracterizada por una sensación de sueño extremo y la necesidad de conciliar el sueño rápidamente) puede ocurrir incluso después de haber dormido bien durante la noche. Puede ser un signo de otro problema de salud.
Si tienes sueño durante el día aunque hayas dormido de 7 a 9 horas, debes hablar con tu proveedor de atención médica. La somnolencia diurna es peligrosa porque puede ponerte en riesgo de conducir con sueño, de padecer lesiones y varias enfermedades. También puede perjudicar las capacidades mentales, las emociones y el rendimiento, según informan los Institutos Nacionales de Salud (NIH).
Si la somnolencia diurna es excesiva, a esto se le llama hipersomnio, y hace que las personas se sientan muy cansadas durante el día. Se puede deber a un problema en el cerebro o a otras afecciones como:
Fibromialgia: Un trastorno crónico que causa dolores musculares y fatiga (cansancio) aunque la persona haya descansado lo suficiente. Quienes tienen fibromialgia tienen dolor y sensibilidad en todo el cuerpo.
Mononucleosis: Es una enfermedad contagiosa, generalmente causada por el virus de Epstein-Barr. Algunos de los síntomas de la mononucleosis son similares a los de un resfriado o una gripe. Entre sus síntomas se encuentra la sensación de fatiga permanente.
Narcolepsia y otros trastornos del sueño: La narcolepsia es un trastorno neurológico crónico causado por la incapacidad cerebral de regular normalmente los ciclos de sueño y despertar. En varios momentos del día, las personas con este problema experimentan impulsos fugaces de ganas de dormir. A veces se quedan dormidos durante períodos que duran desde unos segundos a varios minutos en el trabajo o la escuela, mientras están conversando, jugando, comiendo, o, más peligrosamente, manejando un automóvil u operando otros tipos de maquinaria potencialmente peligrosa.
Apnea obstructiva del sueño: Las personas con apnea del sueño tienen breves pausas en la respiración que evitan que el aire entre y salga de sus vías respiratorias. Estas pausas reducen los niveles de oxígeno en la sangre y pueden causar daño cardíaco y vascular, aumentando el riesgo de enfermedad cardiovascular.
Una persona con apnea del sueño se despertará con frecuencia durante toda la noche sin aliento, una acción que interrumpe el sueño, y estará somnolienta durante el día informa la Fundación Nacional del Sueño.
Medicinas que provocan sueño
Estatinas: Estas medicinas que se prescriben para ayudar a reducir la placa o la acumulación de colesterol en el interior de las arterias. En los últimos años, diversos estudios señalaron que las personas que tomaban estatinas informaron niveles elevados de fatiga general y cansancio.
Antihistamínicos: La mayoría de los usuarios reporta cansancio y somnolencia entre sus efectos colaterales potenciales. La difenhidramina (Benadryl) y la fexofenadina (Allegra), por ejemplo, son dos fármacos con poderosos efectos sedantes.
Antidepresivos: Los fármacos tricíclicos pueden hacerte sentir cansado y somnoliento. Algunos lo causan en mayor medida, como la amitriptilina (Elavil, Vanatrip), la doxepina (Silenor, Sinequan), la imipramina (Tofranil, Tofranil PM) y la trimipramina (Surmontil).
Tranquilizantes: Las benzodiacepinas que se usan para tratar diversos trastornos de ansiedad, agitación, espasmos musculares y para prevenir las convulsiones, pueden provocar somnolencia o debilidad durante algunas horas o varios días. Entre las de mayor prescripción, se incluyen el alprazolam (Xanax), el clonazepam (Klonopin), el diazepam (Valium), el lorazepam (Ativan) y el temazepam (Restoril).
Betabloqueadores para la hipertensión: El atenolol (Tenormin), metoprolol (Lopressor), succinato de metoprolol (Toprol XL) e hidrocloruro de propranolol (Inderal), por nombrar algunos, actúan para desacelerar el corazón, lo que puede provocar cansancio, informa la Escuela de Medicina de la Universidad de Harvard.
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