Los malos olores atacan en la vejez

Unos desagradables olores fantasmas podrían perseguir a muchos estadounidenses mayores, encuentra un estudio reciente.

De más de 7,400 personas mayores de 40 años que participaron en una encuesta federal sobre la salud, un 6.5 por ciento dijeron que experimentaban olores desagradables, por ejemplo a pelo quemado o el hedor de un cenicero, que no provenían de ningún lugar. Eso equivale a 1 de cada 15 personas.

Los malos olores atacan en la vejez
Percibir olores que no existen puede cambiar la vida. | Foto: GETTY IMAGES

A medida que las personas envejecen, su capacidad de identificar olores tiende a reducirse, pero su detección de olores fantasmas aumenta. El motivo de que esto suceda es un misterio, pero oler algo que en realidad no existe puede cambiar la vida, señalaron los investigadores.

"Los problemas con el sentido del olfato con frecuencia se pasan por alto, a pesar de su importancia. Pueden tener un impacto importante en el apetito, las preferencias de comida, y la capacidad de oler las señales de peligro como el fuego, los escapes de gas y la comida dañada", advirtió Judith Cooper, directora en funciones del Instituto Nacional de la Sordera y Otros Trastornos de la Comunicación (NIDCD) de EE. UU., la institución que dirigió el estudio.

Kathleen Bainbridge, la investigadora principal, dijo que unas células olfativas hiperactivas en la cavidad nasal, o una disfunción en el área del cerebro que comprende las señales olfativas, podrían estar implicadas. El nuevo estudio crea las bases para investigaciones posteriores.

"Un buen primer paso para comprender cualquier afección médica es una descripción clara del fenómeno. A partir de entonces, otros investigadores pueden formar ideas sobre dónde explorar más para buscar las posibles causas, y en última instancia para prevenir o tratar la afección", apuntó Bainbridge en un comunicado de prensa del instituto. Bainbridge es epidemióloga en el NIDCD.

El Dr. Donald Leopold, coautor del estudio, es profesor clínico de cirugía en el Centro Médico de la Universidad de Vermont, en Burlington. Dijo que muchas personas que experimentan olores fantasmas fuertes tienen una calidad de vida baja. También podrían tener problemas para mantener un peso saludable.

La nueva investigación sigue a un estudio sueco que reportó que un 4.9 por ciento de las personas mayores de 60 años experimentaban olores fantasmas. Ese estudio señaló que la tasa era mayor en las mujeres que en los hombres.

El nuevo estudio encontró una tasa similar en los estadounidenses mayores de 60 años, y una tasa incluso más alta entre los de 40 a 60 años de edad. Aproximadamente el doble de mujeres que hombres reportaron experimentar olores fantasmas, y la diferencia sexual fue mayor en el grupo más joven, encontró el estudio del NIDCD.

Además del sexo, otros factores de riesgo para experimentar olores fantasmas incluyen las lesiones en la cabeza, la resequedad bucal, una mala salud general y ser pobre, dijeron los investigadores.

Apuntaron que las personas pobres podrían tener una mayor exposición a contaminantes ambientales y toxinas, o tener afecciones de salud que contribuyan al problema, ya sea de forma directa o debido a los medicamentos que toman.

El estudio aparece en la edición del 16 de agosto de la revista JAMA Otolaryngology-Head & Neck Surgery.

Más información

El Instituto Nacional de la Sordera y Otros Trastornos de la Comunicación de EE. UU. ofrece más información sobre los trastornos del olfato.

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