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El número de muertes por la COVID supera las 600,000 en EE. UU.

MIÉRCOLES, 16 de junio de 2021 (HealthDay News) -- El número de muertes por el coronavirus en EE. UU. superó las 600,000 el miércoles, mientras la campaña de vacunación del país por fin está frenando la propagación de la COVID-19.

"Hemos logrado un progreso inmenso en Estados Unidos. Gran parte del país está volviendo a la normalidad, nuestro crecimiento económico lidera al mundo, y el número de casos y muertes se están reduciendo de forma dramática. Pero todavía se pierden demasiadas vidas", señaló el lunes el Presidente Joe Biden en Bélgica, donde se reunió con los líderes del mundo.

El número de muertes por la COVID supera las 600,000 en EE. UU.

"Tenemos más trabajo por hacer para vencer a este virus, y ahora no es el momento de descuidarnos. Por favor, por favor, vacúnense lo antes posible. Ya hemos sufrido bastante dolor", añadió Biden.

Hace casi cuatro meses que Estados Unidos pasó el límite de las 500,000 muertes, mientras que el invierno pasado, el número de muertes pasó de 400,000 a 500,000 en EE. UU. en poco más de un mes, una señal estadística de que la tasa nacional de muertes se está ralentizando.

Mientras las hospitalizaciones y las muertes siguen en descenso, un creciente número de estados están dando por terminadas muchas de las medidas de distanciamiento social que se han convertido en un emblema de la pandemia. El martes, California y Nueva York reabrieron del todo, mientras las tasas de vacunación de esos estados alcanzaron los objetivos.

En Vermont, el gobernador Phil Scott dijo que su estado retiraría todas las restricciones, porque más de 8 de cada 10 residentes elegibles han recibido al menos una dosis de la vacuna, según CBS News.

"Es seguro, porque los residentes de Vermont han hecho su parte para mantener la propagación del virus a un nivel bajo durante toda la pandemia, y han acudido a vacunarse. De hecho, ningún estado del país está en una posición mejor o más segura que la nuestra", aseguró Scott en una declaración.

Después de Vermont, 13 estados y el Distrito de Columbia han administrado al menos una dosis a al menos un 70 por ciento de sus residentes adultos, aseguró CBS News. Casi un 64 por ciento de los estadounidenses de a partir de 18 años han recibido al menos una dosis en todo el país, según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) de EE. UU.

Pero el ritmo de la vacunación se ha ralentizado. Apenas alrededor de 350,000 estadounidenses están recibiendo su primera dosis de una vacuna cada día, según las cifras recientes de los CDC, el ritmo más bajo registrado de vacunas administradas desde que los esfuerzos de vacunación comenzaron a finales del año pasado, según CBS News.

Mientras tanto, las autoridades de salud de EE. UU. han redoblado las advertencias sobre unas variantes de coronavirus que se propagan con una mayor rapidez. Aunque los estudios sugieren que las vacunas autorizadas en Estados Unidos siguen siendo efectivas contra todas las "variantes preocupantes", las autoridades de salud federales han advertido de una efectividad más baja en los que todavía no han recibido la segunda dosis.

El lunes, los CDC se unieron a otras organizaciones de salud pública de todo el mundo para clasificar a la variante Delta como "variante preocupante". Unas proyecciones publicadas por los CDC el martes estiman que la cepa, que surgió inicialmente en India, ha aumentado hasta conformar alrededor de 1 de cada 10 casos en este país, un incremento frente a menos de un 3 por ciento a finales de mayo, reportó CBS News.

Tras la COVID, muchos estadounidenses sufren nuevas dolencias

Sufrir un caso de COVID-19 desencadenó una variedad de problemas de salud adicionales en cientos de miles de estadounidenses, que participaron en el estudio de mayor tamaño que se ha realizado hasta la fecha sobre los efectos a largo plazo de la infección con el coronavirus.

Los investigadores dieron seguimiento a los expedientes de seguro de salud de casi dos millones de personas que contrajeron el coronavirus el año pasado, y encontraron que un mes o más tras la infección, casi una cuarta parte de ellas buscaron tratamiento médico para nuevas afecciones, reportó el The New York Times.

El rango tanto de los afectados como de los síntomas que sufrieron fue amplio. Los problemas de salud afectaron a todas las edades, incluso a los niños. Los nuevos problemas de salud más comunes fueron el dolor, las dificultades para respirar, el colesterol alto, el malestar y la fatiga, y la hipertensión. Pero esos no fueron los únicos síntomas. Algunas personas sufrieron síntomas intestinales, migrañas, problemas de la piel, anomalías cardiacas, trastornos del sueño, y afecciones de la salud mental como la ansiedad y la depresión.

Los problemas de salud posteriores a la COVID no pasaron por alto a los que no enfermaron de gravedad: mientras que casi la mitad de los pacientes que fueron hospitalizados por la COVID-19 experimentaron problemas médicos posteriores, lo mismo sucedió con un 27 por ciento de las personas que tuvieron síntomas leves o moderados, y un 19 por ciento de las personas que fueron asintomáticas.

"Una cosa que nos sorprendió que el alto porcentaje de pacientes asintomáticos que hubo en la categoría de COVID prolongada", dijo al Times Robin Gelburd, presidenta de FAIR Health, una organización sin fines de lucro.

En total, el informe encontró que más de 454,000 personas consultaron a sus proveedores de salud por los síntomas 30 o más días después de su infección. El análisis fue evaluado por un revisor académico independiente, pero no ha sido revisado formalmente por profesionales, según FAIR Health.

"El punto fuerte de este estudio es en realidad su tamaño y su capacidad de observar el rango de gravedad de la enfermedad en diversos grupos de edad", declaró al Times la Dra. Helen Chu, profesora asociada de medicina y enfermedades infecciosas de la Facultad de Medicina de la Universidad de Washington.

El informe "explica con claridad que la COVID prolongada puede afectar a casi cualquier sistema orgánico", aseguró al Times el Dr. Ziyad Al-Aly, jefe del servicio de investigación y desarrollo del Sistema de Atención de la Salud de la VA de St. Luis.

"Algunas de estas manifestaciones son afecciones crónicas que durarán toda la vida y que marcarán para siempre a algunos individuos y familias", añadió Al-Aly, autor de un estudio de gran tamaño que se publicó en abril, sobre los síntomas persistentes de la COVID-19 en los pacientes del sistema de salud del Departamento de Asuntos de Veteranos (VA).

En el informe más reciente, la causa más común de que los pacientes buscaran atención médica fue el dolor, lo que incluía inflamación en los nervios y dolores asociados con los nervios y los músculos. Más de una quinta parte de los que reportaron problemas posteriores a la COVID informaron de esta afección. Un 3.5 por ciento de los pacientes experimentaron dificultades de respiración, entre ellas la falta de aliento, después de la COVID.

Casi un 3 por ciento de los pacientes buscaron tratamiento para síntomas que fueron etiquetados con los códigos diagnósticos del malestar y la fatiga, una categoría muy abarcadora que podría incluir cosas como lagunas cerebrales y un agotamiento que empeora tras la actividad física o mental, según el Times.

La base de datos incluyó solo a las personas con un seguro de salud privado o Medicare Advantage, no a las que carecían de seguro o estaban cubiertas por las Partes A, B, y D de Medicare, Medicaid u otros programas de salud del gobierno. Chu dijo al Times que las personas sin seguro o con ingresos suficientemente bajos como para calificar para Medicaid con frecuencia "son más propensas a tener unos peores resultados".

Más información

Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de EE. UU. ofrecen más información sobre las vacunas contra la COVID-19.

Artículo por HealthDay, traducido por HolaDoctor.com


FUENTE: CBS News; The New York Times; Washington Post

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