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¿El descanso de verdad es lo mejor para un niño tras una conmoción?

LUNES, 23 de enero de 2023 (HealthDay News) -- Cuando los niños sufren una conmoción cerebral, un extenso periodo de descanso en casa siempre es el mejor curso, ¿no? Quizá no.

De hecho, un nuevo estudio sugiere que, a pesar de lo que muchas personas podrían suponer, hacer que los niños vuelvan pronto a la escuela es la mejor forma de aumentar sus probabilidades de una recuperación rápida y unos mejores resultados.

¿El descanso de verdad es lo mejor para un niño tras una conmoción?

Los hallazgos provienen de la observación de los resultados posteriores a conmociones en más de 1,600 niños y adolescentes de 5 a 18 años.

"Ha habido una investigación mínima hasta la fecha que provea una orientación a los profesionales clínicos, los padres y las escuelas sobre un periodo adecuado para que los jóvenes vuelvan a la escuela tras una conmoción cerebral", señaló el líder del estudio, Christopher Vaughan, neuropsicólogo pediátrico del Hospital Pediátrico Nacional en Rockville, Maryland.

La directriz actual, apuntó, trata más sobre las actividades generales, y es menos específica respecto a la vuelta a la escuela. Usualmente, se anima a un periodo de descanso de 24 a 48 horas, con una vuelta gradual a las actividades, lo que incluye a la escuela, basándose en la tolerancia a los síntomas.

"Encontramos que [el] periodo típico fuera de la escuela iba de tres a cinco días, pero que un regreso más temprano a la escuela (que se definió como faltar a clases dos o menos días, excluyendo los fines de semana) se asociaba con una carga de síntomas más baja a las dos semanas de la lesión", apuntó Vaughan.

En el estudio, su equipo se enfocó en la experiencia posterior a la conmoción de 1,630 niños que fueron tratados en uno de nueve departamentos de emergencias pediátricas de Canadá.

Los niños participaron en un estudio anterior, que se realizó entre agosto de 2013 y septiembre de 2014. Durante el mes tras una conmoción, los investigadores originales se pusieron en contacto con los padres varias veces, para ver cómo les estaba yendo a sus hijos y para monitorizar los patrones de vuelta a la escuela.

Se enfocaron en la presencia de síntomas dos semanas tras la conmoción, lo que incluyó a los dolores de cabeza, la confusión, el olvido, los problemas con la concentración, la orientación y los recuerdos, el nerviosismo o la tristeza.

Entonces, esta información se comparó con el número de días que faltaron a la escuela, el tipo y la gravedad de la lesión de cada niño, además de las conmociones cerebrales anteriores, los dolores de cabeza, los trastornos de ansiedad o el TDAH.

El resultado fue que un regreso temprano a la escuela se asoció en general con menos síntomas en todas las edades.

"Los hallazgos fueron, y no fueron, sorprendentes", apuntó Vaughan, y añadió que la pandemia de COVID-19 ha mostrado que a los niños les va mejor en general con la estructura y la socialización que la escuela provee.

"En el tratamiento de la conmoción, sabemos que el descanso y la inactividad prolongados pueden ser dañinos", aclaró.

El descanso parece ser lo más beneficioso en el primer día o dos tras la lesión, comentó Vaughan. Pero cuando se trata de la vuelta a las actividades sociales, deportivas y de aprendizaje, "mientras antes pueda volver alguien de forma segura a las actividades normales, mejor", aseguró.

Aun así, la experiencia de cada paciente es distinta, enfatizó Vaughan, y este estudio no puede afirmar en qué momento un niño específico con una conmoción debe volver a la escuela. Es probable que esto se base en factores individuales, como la gravedad de la lesión, los respaldos en la escuela y otros factores específicos de los niños individuales.

"Lo que este estudio nos dice es que hay varios beneficios de que los niños vuelvan a la escuela desde que puedan, y que faltar más tiempo a la escuela tras una conmoción no es algo que en general debamos recomendar, a menos que parezca ser absolutamente necesario por motivos específicos", aclaró Vaughan.

El Dr. Daniel Daneshvar es un profesor asistente de la Facultad de Medicina de la Universidad de Harvard que trata lesiones cerebrales en el Hospital Mass General Brigham, en Boston.

Revisó los hallazgos, y ofreció varios motivos de que un regreso rápido a la escuela podría ser útil, lo que incluye el aumento en el flujo de sangre al cerebro que puede acompañar a la reanudación de las actividades, además de los beneficios sociales y emocionales de estar con los amigos y divertirse.

"Si hace que sus hijos falten más tiempo a la escuela, quizá les dé la impresión de que la lesión de su cerebro es mucho peor", comentó Daneshvar. Y a veces esto puede desencadenar una especie de efecto placebo inverso, en que esa impresión por sí misma prolonga sin querer los síntomas.

"El cerebro de cada persona es distinto, y cada lesión cerebral es distinta", dijo. "En realidad no hay una cronología estándar cuando se trata de la recuperación de una lesión cerebral traumática o una conmoción".

De cualquier forma, este estudio (junto con otros hallazgos recientes) sugiere que el método tradicional probablemente no sea el mejor, afirmó Daneshvar.

"Es probable que la antigua idea de esperar a que los niños lesionados estén del todo libres de síntoma antes de reanudar su actividad mental y física sin contacto sea demasiado conservadora", planteó Daneshvar.

"En mi consultorio, monitorizamos los síntomas y aumentamos la actividad incluso aunque los síntomas recurran, siempre y cuando tengamos el cuidado adicional de garantizar que estos individuos no estén haciendo nada que pudiera ponerlos en riesgo de recibir otro golpe en la cabeza hasta que se hayan recuperado por completo", enfatizó.

Los hallazgos se publicaron en la edición del 20 de enero de la revista JAMA Network Open.

Más información

Para más información sobre las conmociones cerebrales, visite los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) de EE. UU.

Artículo por HealthDay, traducido por HolaDoctor.com

FUENTES: Christopher Vaughan, PsyD, pediatric neuropsychologist, Children’s National Hospital, Rockville, Md.; Daniel Daneshvar, MD, PhD, assistant professor, Harvard Medical School, and brain injury physician, Mass General Brigham, Boston; JAMA Network Open, Jan. 20, 2022

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