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A medida que aumenta la vacunación en EE. UU., los hospitales relajan las restricciones de visitantes

JUEVES, 20 de mayo de 2021 (HealthDay News) -- Virginia Terrell sabía muy bien que no le permitirían tener visitantes después de entrar al hospital con COVID-19 a finales del mes pasado, pero estar preparada para esa realidad no hizo que su estadía, que duró una semana y media, fuera más fácil.

"Me sentí bastante sola", dijo Terrell, que tiene 59 años, y que fue tratada en los hospitales de WakeMed y Duke Health en Raleigh, Carolina del Norte. "Saber que esa persona te va a visitar, aunque una esté teniendo un mal día o vaya a recibir malas noticias, es útil. Hay alguien que puede acompañarte y consolarte ".

A medida que aumenta la vacunación en EE. UU., los hospitales relajan las restricciones de visitantes

Pero los hospitales comprenden el costo personal de los confinamientos por la COVID-19, y muchos han comenzado a relajar las políticas de visita a lo largo del mes pasado, a medida que las tasas de vacunación aumentan y los conteos de casos de COVID se reducen.

Algunos hospitales han relajado sus reglas de visita tras la publicación gradual, a principios de abril, de las nuevas directrices de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) de EE. UU., afirmó Ann Marie Pettis, presidenta de la Asociación de Profesionales de Control de las Infecciones y Epidemiología (Association for Professionals in Infection Control and Epidemiology).

Las nuevas directrices de los CDC afirman que los hospitales pueden pensar en permitir que los pacientes tengan uno o dos visitantes si los niveles de COVID en la comunidad siguen bajo control.

"Los CDC realizan recomendaciones, y entonces los estados crean regulaciones que debemos cumplir", apuntó Pettis. "Uno sin duda espera a ver cómo lo va a interpretar su estado, e incluso entonces puede ser bastante específico según el centro".

El hospital de Pettis, University of Rochester Medicine en Rochester, Nueva York, aprobó hace poco permitir dos visitantes por paciente, algo que ya han hecho muchos hospitales más alrededor del país.

Las normas varían de un estado a otro, y de un hospital a otro. En general, se permiten visitas a los pacientes que cumplen con unas condiciones específicas, y tal vez los dos visitantes de una persona tengan que entrar uno a uno, estar en una lista de registro, y visitar solo a ciertas horas.

En general, a los pacientes con COVID, como Terrell, no les permiten tener ningún visitante. Pero algunos centros médicos, como University of Utah Health, ya permiten visitantes incluso en las habitaciones de los pacientes con COVID.

Estas visitas se hacen con mucha precaución, aseguró Alison Flynn Gaffney, directora ejecutiva del Hospital Universitario del Sistema de Salud de la Universidad de Utah.

Se pide a los visitantes de un paciente COVID positivo evidencias de la vacunación o de un resultado positivo anterior de COVID, y se les pregunta sobre cualquier síntoma reciente, apuntó Gaffney.

"Deben permanecer en la habitación del paciente, utilizar el EPP [equipo de protección personal] requerido, y cumplir todas las condiciones de un procedimiento de detección adicional", señaló Gaffney.

'Los seres humanos son seres sociales'

Los trabajadores de los hospitales conocen muy bien el valor de los visitantes, aseguró la Dra. Flora Kisuule, miembro de la junta de la Sociedad de Medicina Hospitalaria (Society of Hospital Medicine) y directora de medicina hospitalaria del Centro Médico Johns Hopkins Bayview, en Baltimore.

"Con los años hemos aprendido que cuidar a los pacientes es una empresa conjunta entre los profesionales clínicos, los pacientes y sus familias", aseguró Kisuule. "Los seres humanos son seres sociales, y nuestro bienestar en realidad se ve muy respaldado por el apoyo de las personas de nuestras familias".

Los cierres a los visitantes eran necesarios en el punto álgido de la pandemia, para proteger a los pacientes hospitalizados con unos sistemas inmunitarios débiles y otras afecciones que los ponían en riesgo.

"Nuestros pacientes hospitalizados son algunos de los ciudadanos más vulnerables de nuestra comunidad, así que protegerlos requiere unos esfuerzos de mitigación adicionales", planteó Pettis. "Nos lo tomamos muy en serio, en términos de realizar cambios respecto a las visitas".

Pero los cierres se cobraron un precio.

"Las personas no tenían a esos individuos que los animaran", lamentó Kisuule. "Aunque los profesionales clínicos se esfuercen mucho por ser ese individuo, no pueden reemplazar a un cónyuge, un hijo, un hermano, y a nuestros pacientes esto les ha hecho mucha falta".

Duke Health cambió su política a principios de este mes, y amplío los visitantes permitidos por paciente de uno a dos, comentó Katie Galbraith, presidenta del Hospital Regional de Duke.

"La combinación de la reducción en la propagación de la COVID en nuestra comunidad y las comunidades a las que prestamos servicios, y el aumento en la vacunación en la misma comunidad, sin duda nos condujo a pensar que podíamos ampliarla en este momento, y hacerlo de forma segura", apuntó Galbraith.

La logística para ampliar las visitas puede ser compleja. Es más fácil tener visitantes en los hospitales con muchas habitaciones privadas, en comparación con los que tienen muchas habitaciones semiprivadas, dijo Pettis.

Los centros médicos también deben mantenerse al tanto de las tasas de COVID en sus comunidades, a medida que amplían las visitas.

"Si la tasa de positivos de COVID sigue por encima de un 3 por ciento, se gestiona de una forma distinta que si se está en una comunidad donde se está por debajo de un 2 o un 1 por ciento", aclaró Pettis.

Se necesita más personal para procesar a los visitantes

El personal es otro inmenso problema para los hospitales que intentan ampliar el acceso, dijo Pettis.

Usualmente, los centros dejan entrar a los visitantes por una entrada, donde el personal debe procesar la identificación, evaluar los síntomas y explicar las normas. Entonces, un miembro del personal guía a la persona a la habitación del paciente.

En el caso de una visita a un paciente con COVID, un empleado también debe ayudar a los visitantes a ponerse y quitarse el equipo de protección personal requerido, como las batas, los guantes y la máscara, dijo Kisuule.

"Muchas de estas instituciones en realidad ayudan a sus visitantes a ponerse y a quitarse [el EPP]", afirmó Kisuule.

El desvío del personal para las visitas al hospital también sucede en un momento en que estos centros médicos están más atareados que nunca, y con frecuencia funcionan a un 120 por ciento de su capacidad, advirtió Pettis.

"Muchas de estas personas no acudieron a los hospitales ni a la atención de la salud debido a su miedo durante la pandemia, y ahora estamos abarrotados", aseguró Pettis.

Terrell entró al WakeMed el 26 de abril porque había perdido el sentido del olfato y del gusto, sufría de una hinchazón en el estómago, tenía dificultades para respirar y había comenzado a tener hinchazón en las piernas.

Los médicos la transfirieron a Duke Health el 30 de abril porque la COVID parecía haber dañado a un hígado donado que los cirujanos de la Duke habían trasplantado a Terrell hace años, comentó.

"No sentía ningún dolor asociado, ni dolores musculares ni corporales", dijo Terrell. "Hizo que fuera un poco más fácil, porque no sentía que estaba en peligro de entrar y no salir, así que supongo que me fue más fácil afrontarlo".

Aunque no se benefició de las visitas expandidas para los pacientes sin COVID de la Duke, Terrell dijo que es "algo bueno".

"Es difícil estar solo y no poder procesar su situación o hablarla con alguien que pueda consolarlo", apuntó Terrell. "Esto acelerará la recuperación de las personas y las pondrá en una actitud positiva. Estar enfermo es duro cuando uno está solo".

Más información

Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de EE. UU. ofrecen más información sobre la prevención de la infección en los hospitales.

Artículo por HealthDay, traducido por HolaDoctor.com

FUENTES: Virginia Terrell, Raleigh, N.C.; Ann Marie Pettis, RN, president, Association for Professionals in Infection Control and Epidemiology; Alison Flynn Gaffney, MHA, executive director, University Hospital, University of Utah Health System; Katie Galbraith, MBA, president, Duke Regional Hospital; Flora Kisuule, MD, director, hospital medicine, Johns Hopkins Bayview Medical Center, Baltimore

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