Las mujeres, más vulnerables al daño hepático por alcohol

Esteatosis hepática etílica, mejor conocida como hígado graso por alcohol, es una afección que se caracteriza por la acumulación de grasa en el hígado como consecuencia de las alteraciones metabólicas que produce el alcohol.

Si bien los hombres tienen mayor riesgo de tener esta afección, un nuevo estudio encontró que las mujeres tienen más probabilidades de morir a causa de esta.

Las mujeres, más vulnerables al daño hepático por alcohol
Un hígado deteriorado puede afectar seriamente la salud. | Foto: GETTY IMAGES

Puntos clave

  • El consumo excesivo de alcohol puede causar daño hepático grave en las mujeres, incluso más que en los hombres.
  • Las mujeres con problemas metabólicos (obesidad, diabetes, presión arterial y colesterol altos) son especialmente vulnerables al daño hepático por el alcohol.
  • Se necesita más investigación para comprender por qué el hígado femenino es más vulnerable al daño por alcohol y cómo reducir el riesgo de enfermedad hepática en las mujeres.

El nuevo trabajo, publicado en Journal of Hepatology, usó datos de salud del gobierno federal de EE. UU. sobre más de 10.000 adultos. La salud de este grupo fue rastreada desde finales de la década de 1980 y principios de la de 1990. Todos los participantes se sometieron a escáneres hepáticos y otros exámenes médicos.

Los investigadores encontraron que alrededor de una quinta parte del grupo de estudio desarrolló alguna forma de enfermedad del hígado graso con el tiempo. Los hombres tenían el doble de probabilidades de tener esteatosis hepática etílica en comparación con las mujeres. Aunque estas últimas tenían el doble de probabilidades de morir en comparación con los hombres.

"Un hígado deteriorado puede tener un efecto importante en la salud" afirmó la doctora Susan Cheng, autora principal del estudio, en un comunicado de prensa. "La esteatosis hepática es una afección importante y cada vez más prevalente, que probablemente sea un precursor subyacente de muchas afecciones, incluidas las que afectan al corazón", agregó. 

Entre estas consecuencias se hallan:

  • Inflamación del hígado
  • Cicatrización del tejido hepático (cirrosis hepática)
  • Insuficiencia hepática
  • Mayor riesgo de desarrollar cáncer de hígado
  • Desnutrición debido a la mala absorción de nutrientes
  • Aumento del riesgo de enfermedades cardiovasculares
  • Problemas metabólicos, como resistencia a la insulina y diabetes tipo 2
  • Aumento del riesgo de enfermedad renal
  • Mayor susceptibilidad a infecciones
  • Problemas neurológicos

Además del alcohol, otros factores pueden incrementar el riesgo de desarrollar hígado graso, como:

  • Ser obeso
  • Ser mayor de edad
  • Tener niveles altos de colesterol, triglicéridos y presión arterial en sangre.
  • Tener prediabetes o diabetes tipo 2
  • Tomar ciertos medicamentos, como corticoides o algunas medicinas contra el cáncer (es importante consultar con un médico antes de dejar de tomar estos fármacos).
  • Tener trastornos metabólicos.
  • Estar expuesto a ciertas toxinas.

Según los investigadores, las mujeres con cualquiera de estos factores de riesgo deben ser especialmente conscientes de su consumo de alcohol, ya que una combinación de consumo excesivo de alcohol y estos problemas hace que la acumulación de grasa en el hígado sea más probable.

¿Se puede tratar el hígado graso?

Dado que el hígado graso no suele presentar síntomas, no es fácil diagnosticarlo. Un médico puede identificar esta afección a través de:

  • Historia clínica
  • Exámenes físicos
  • Varias pruebas, incluidos análisis de sangre y de imágenes, y a veces biopsias.

Actualmente, no existen medicamentos que hayan sido aprobados para tratar el hígado graso, aunque los profesionales de la salud recomiendan realizar ciertos cambios en el estilo de vida para aliviar esta afección:

  • Cesar el consumo de alcohol.
  • Realizar ejercicio: distintos estudios muestran que la actividad física regular ayuda a reducir la grasa alrededor del hígado.
  • Bajar de peso.
  • Incorporar una alimentación saludable: rica en frutas, verduras y granos integrales, a la vez que baja en grasas, sales y azúcares.
  • Obtener las vacunas contra la hepatitis A y B, la gripe y la enfermedad neumocócica: quienes tiene hepatitis A o B junto con hígado graso, tienen más probabilidades de sufrir insuficiencia hepática.

Recuerda hablar con tu médico antes de utilizar cualquier tipo de suplemento dietético, como vitaminas, o de recurrir a cualquier medicina o práctica médica complementaria o alternativa. Muchas de estas opciones, más que ayudar, pueden terminar dañando tu hígado.

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