Cómo fortalecer tus defensas y prevenir la gripe

La temporada de influenza ya comenzó y aunque es posible que no puedas prevenir por completo un resfriado o gripe este invierno, tener un sistema inmunitario  saludable es una forma de darle a tu cuerpo una protección adicional. 

Además de obtener la vacuna anual contra la gripe, centrarte en alimentos ricos en nutrientes y en hábitos de vida saludables, puede ayudarte a ti y a tu familia a mantenerse alejados de los gérmenes en esta temporada, aconseja la Academia de Nutrición y Dietética de EE.UU. 

Cómo fortalecer tus defensas y prevenir la gripe
Vacunarse y cuidar el sistema inmune son medidas vitales para prevenir la gripe. | Foto: ISTOCK

Alimentos que mejoran tu sistema inmune

Los siguientes nutrientes juegan un papel vital en el sistema inmunitario y se pueden encontrar en una variedad de alimentos:

  • El beta caroteno se encuentra en alimentos vegetales, como las batatas, las espinacas, las zanahorias, el mango, el brócoli y los tomates.
  • La vitamina C: está presente en las frutas cítricas, bayas, melones, tomates, pimientos y brócoli.
  • La vitamina D: se encuentra en los pescados grasos y los huevos. La leche y los jugos 100% fortificados con vitamina D también son fuentes de este importante nutriente. 
  • El zinc: tiende a absorberse mejor de fuentes animales como la carne de res y los mariscos, pero también se encuentra en fuentes vegetarianas como el germen de trigo, los frijoles, nueces y tofu.
  • Los probióticos: son bacterias "buenas" que promueven la salud. Se pueden encontrar en productos lácteos cultivados como el yogur y en alimentos fermentados como el kimchi. 
  • Las proteínas: provienen de fuentes animales y vegetales como leche, yogur, huevos, carne de res, pollo, mariscos, nueces, semillas, frijoles y lentejas.

Cómo mantenerte fuerte

Para ayudar a mantener tu sistema inmunitario saludable durante todo el año, concéntrate en un plan de alimentación equilibrado, un sueño adecuado y reduce el estrés. 

Trata de consumir de 5 a 7 porciones de verduras y frutas al día para obtener vitaminas, minerales y antioxidantes que estimulan el sistema inmunológico. 

La buena higiene y el lavado de manos ayudan a prevenir la propagación de gérmenes. Recuerda lavar los productos antes de comerlos o usarlos en las recetas. Limpia bien los vasos, tenedores, cucharas y otros utensilios para reducir la propagación y el crecimiento de bacterias. 

Encuentra formas saludables y apropiadas para lidiar con el estrés, como la meditación, escuchar música o escribir. La actividad física también es una excelente manera de ayudar a controlar el estrés y puede reducir el riesgo de padecer algunas enfermedades crónicas que podrían debilitar aún más tu sistema inmunológico.

La falta de sueño también contribuye a una variedad de problemas de salud, como un sistema inmunológico debilitado. Se recomienda que los adultos duerman de 7 a 9 horas cada día y los niños de 8 a 14 horas, dependiendo de la edad.

¿Es bueno tomar suplementos? Muchos remedios a base de hierbas prometen ayudar a combatir los resfriados o acortar su duración, pero consulta a tu proveedor de atención médica antes de tomar suplementos o medicamentos.

Cómo saber si las defensas están muy bajas

“La gente debe sospechar que bajaron demasiado sus defensas cuando tiene infecciones o enfermedades frecuentes, recurrentes, graves o que presentan complicaciones” explica la Dra. Julia Irene Méndez León, directora del Centro de Inmunología Avanzada en el Hospital Ángeles Lomas de la Ciudad de México, México.

La Dra. Méndez León destacó que un médico debe sospechar que el paciente sufre de alguna inmunodeficiencia si en un año ha presentado más de 10 a 15 infecciones de repetición, que fueron graves o demandaron el uso frecuente de antibióticos. Advirtió que un diagnóstico y tratamiento tempranos son indispensables para prevenir complicaciones graves que pueden llegar hasta la pérdida de órganos y la muerte prematura.

Para detectar inmunodeficiencias es necesario realizar análisis de sangre, cuantificar los glóbulos blancos y determinar luego el tratamiento adecuado.

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