El carro que tienes delante está yendo a paso de caracol. Tu compañero de trabajo te interrumpe constantemente. Tu esposo/a, dice que no puedes hacer las cosas de esa manera. Los estadounidenses encuentran una cantidad alarmante de razones para quejarse, dice un psicólogo especializado.
"He escuchado que la tasa de quejas en las conversaciones en Estados Unidos varía entre 70 y 84%" dice el psicólogo Scott Bea, de Cleveland Clinic. "Sin embargo, a ninguno de nosotros le gusta estar con una persona que se queja".
La psicóloga Susan Albers está de acuerdo: “Las quejas pueden ser como virus; es importante mantenerse alejado de los reclamantes" expresa.
¿Nacemos programados en negativo?
No es necesariamente fácil. Nacemos con cerebros que tienen un sesgo negativo. "Tendemos a centrarnos en las cosas que no están bien, en lugar de prestar atención a todo lo bueno que nos rodea", dice el Dr. Bea.
"Deja que esa tendencia se convierta en un hábito, y el mundo se convertirá rápidamente en un lugar desagradable o peligroso. ¡No es una forma divertida de vivir!" agrega.
Pero aquí hay siete estrategias que puedes probar cuando intentas quejarte:
1. Ponte en perspectiva
Mira la imagen completa. ¿Esto realmente te importará en cinco minutos, cinco meses o cinco años?
2. Mira hacia adentro
Toma tu queja en serio. "¿Cuál es el problema real? ¿Lo que te irrita representa un tema o un problema mayor en tu vida que debe abordarse?", pregunta el Dr. Albers. Tómate cinco minutos para registrar tu queja. Puedes descubrir por qué estás realmente alarmado.
3. Haz un juego de eso
Usa una pulsera o banda de goma en una muñeca. Cada vez que te escuches quejarte, cambia a la muñeca opuesta. "El reto sería pasar 30 días con la banda elástica o el brazalete en la misma muñeca", aconseja el Dr. Bea.
4. Elige el canal correcto
Considera que la mejor manera de compartir tu problema es en privado: en persona, en un correo electrónico, durante una llamada telefónica. “¡Nunca te quejes en Facebook!” dice el Dr. Albers.
5. Haz algo que valga la pena
Tu queja puede abordar una necesidad genuina que puede llevar a una solución. "La clave es compartir tu queja de una manera que se considere útil y no crítica", sugiere el Dr. Albers.
6. Encuentra los aspectos positivos
Cuando tengas una queja, comienza y termina con un mensaje positivo. De lo contrario, la gente se alejará y se perderá tu mensaje. "Podrías decir: 'Me encanta cuando compras comestibles. La próxima vez, avísame antes de irte y te daré mi lista. Es muy útil cuando trabajamos juntos", sugiere el Dr. Albers. (Evita la palabra "pero" porque borra lo positivo.)
7. Practica la gratitud
Recuérdate cada día reconocer una una cosa por la que estás agradecido, no importa cuán pequeña sea. "Si la negatividad se ha convertido en un hábito, mantener un diario de gratitud cada noche puede comenzar a cambiar el rumbo", dice el Dr. Bea. "Nos obliga a pensar en lo que tenemos y debemos agradecer en nuestras vidas". Las aplicaciones de gratitud de los teléfonos inteligentes pueden ayudar, sugieren los expertos.
Lo que puede hacer un cambio de perspectiva
Se necesita tiempo para aprender y paciencia en el camino.
Se necesita práctica para aprender la tolerancia de los hábitos molestos de los demás. (¿Quién de nosotros no los tiene?)
Se necesita persistencia para aprender a dejar de lado las pequeñas cosas.
Pero "con un poco de esfuerzo, puedes aprender a prestar atención a lo que es correcto, útil y edificante a tu alrededor", dice el Dr. Bea.
Descubrirás que agregas felicidad no solo a tu día, sino también a toda tu vida.
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