Agotamiento físico y emocional, estrés, dolor de estómago, incapacidad para hacer las tareas del día a día ni para hacerte cargo de alguien más. Más que de cansancio, estas son señales de que podrías tener el síndrome de burnout.
El término burnout fue usado por primera vez por por el psicólogo Herbert Freudenberger en la década de los 70 para describir las consecuencias del estrés severo. Aunque en un principio se refería a los síntomas de las personas que trabajan ayudando a otras, como médicos y las enfermeras, hoy también se aplica a cuidadores, amas de casa que tienen hijos y otros oficios en los que las personas se pueden llegar a sentir "quemadas", es decir, incapaces de hacer un sacrificio más.
Se denomina síndrome porque el burnout no es una enfermedad en sí mismo, sino un conjunto de síntomas, algo que puede dificultar su diagnóstico. En un artículo escrito por investigadores de Colonia, Alemania, definieron las tres áreas principales de síntomas que te pueden ayudar a identificar si lo padeces:
Agotamiento. Puedes sentir un cansancio extremo físico y emocional, abatimiento, que no eres capaz de hacer frente a nada y no tienes suficiente energía. Es posible que todo esto venga acompañado de dolor o malestar estomacal o intestinal.
Alienación en el trabajo. Tu trabajo es cada vez más estresante y frustrante y hasta te vuelves cínico con tus colegas. Cada vez te distancias más emocionalmente y te sientes adormecido en horario laboral.
Bajo rendimiento. El burnout afecta especialmente la cotidianidad en el trabajo, el hogar o al cuidar a los miembros de la familia. Tiendes a ser muy negativo, te resulta difícil concentrarte y careces de creatividad.
Mujeres: las más afectadas
Las mujeres, en general, son más propensas a sufrir el burnout. Por un lado, sufren de ansiedad y depresión el doble que los hombres, por otro, muchas deben alternar el rol profesional con la maternidad y el cuidado del hogar.
"Las mujeres son maestras en la multitarea", dice la psiquiatra de Cleveland Clinic Lilian Gonsalves, en un artículo. "Somos cuidadores, educadores, administradores, empleados de limpieza, contadores, choferes, cocineros, trabajadores de mantenimiento, diseñadores, paisajistas, ¡y eso es cuando no estamos trabajando!".
UNa de las mejores herramientas para salir adelante y superar la fatiga, en estos casos, es pedir ayuda, aunque resulte difícil. Hay mujeres que sienten que pierden el control de las situaciones, si piden ayuda a alguien más, otras pueden pensar que nadie puede hacer las cosas tan bien como ellas; según la experta, muchos factores pueden influir.
Cómo enfrentar el agotamiento
Seas hombre o mujer, el síndrome de burnout puede afectar seriamente tu salud, tus relaciones con los demás y también tu trabajo. A continuación te damos tres recomendaciones que te pueden servir para aligerar la carga física y emocional y hacer frente a ese agotamiento extremo.
- Aprende a decir “no”. No solo debes saber decir que no, también debes hacerlo a menudo. Si aceptas cualquier petición y dices sí a todo, olvidándote de tus necesidades, terminarás agotado.
- Guarda tiempo para ti. No olvides programar tus citas citas médicas, ratos para ocuparte de tu cuidado personal, dejar tiempo para pasar momentos agradables con amigos o familiares o simplemente estar tranquilamente haciendo nada.
- Valora el apoyo de otros. Aleja la idea de que eras la única persona capaz de hacer las cosas bien en casa o en la oficina. Si hay alguien en quien puedas delegar tareas o a quien puedas pedir ayuda, no dudes en hacerlo.
Más para leer sobre burnout: