Cada año, hay más de 38 millones de personas que hacen senderismo en EE.UU. Los expertos señalan que muchos lo realizan sin el calzado adecuado, y advierten que si tomaran precauciones, podrían reducir el riesgo de lesiones en el pie y el tobillo.
En un comunicado de prensa del Colegio Americano de Cirujanos de Pies y de Tobillos (American College of Foot and Ankle Surgeons), el doctor Gregory Catalano, cirujano del pie y del tobillo con sede en Massachusetts comentó: "Todos hemos visto a senderistas realizar grandes hazañas, como completar la cresta del Pacífico o los senderos de los Apalaches, y esas historias nos inspiran a realizar caminatas más difíciles o largas".
Catalano agregó que a medida que aumenta la cantidad de personas que hacen senderismo y se enfrentan a terrenos más desafiantes, se observa un aumento de las lesiones en deportistas de todos los niveles. Estas lesiones pueden implicar desde dolor en el tendón de Aquiles y en el talón hasta lesiones más traumáticas, como esguinces y fracturas del pie y del tobillo. También puede haber fracturas por estrés en la pierna, el pie y el tobillo.
El cirujano advierte que algunos senderistas subestiman la gravedad de una lesión. Por ejemplo, primero intentan aliviar el dolor cambiando la forma en que caminan, alterando el paso o cambiando de calzado. Pero en algunos casos, esas medidas pueden provocar más daño.
"Es esencial que los senderistas conozcan las señales y sigan atentos a las lesiones complejas, ya que no buscar tratamiento puede resultar en un daño adicional que puede conducir a un tratamiento y unos periodos de recuperación más largos y complejos", comentó.
Catalano informa que además de las lesiones mencionadas, los senderistas también pueden sufrir ampollas, moratones, esguinces y fracturas. Pero una preparación cuidadosa puede reducir las complicaciones. Entre los consejos que sugiere en su informe para considerar antes de salir a hacer senderismo figuran:
- Usar un calzado resistente diseñado para las condiciones del sendero en que caminará. Asegúrate de que el calzado te quede bien y esté bien amoldado antes de irte a caminar. Así reducirás el riesgo de ampollas, daño en las uñas o dolor en los tobillos y pies.
- Usa calcetines que protejan la piel, absorban la humedad y protejan del frío.
- Antes de salir a caminar, trata de estar familiarizado con el recorrido. Y averigua las opciones para obtener ayuda médica. Lleva suministros, como apósitos y vendajes que puedas usar para estabilizar y proteger los pies y tobillos lesionados.