Caminar a paso rápido o hacer ejercicio puede ayudar a tener una noche más descansada y hasta con dulces sueños, si esto ocurre unas horas antes de acostarse.
Esto al menos reveló una encuesta realizada en EEUU por la National Sleep Foundation.
"El ejercicio es magnífico para dormir, y puede ser útil a las millones de personas que quieren dormir mejor", comentó David Cloud, director general de la National Sleep Foundation. La encuesta Dormir en Estados Unidos realizada en 2013 a 1,000 personas de entre 23 y 60 años de edad, halló que quienes realizan ejercicio afirmaron dormir mejor que las que no lo hacían. Además, durmiendo el mismo número de horas por la noche (un promedio de 6 horas y 51 minutos), los más activos revelaron sentirse mucho mejor y más descansados.
Puntos clave
Las personas que realizaron ejercicio suave, moderado o vigoroso afirmaron que dormían bien todas o casi todas las noches, en comparación con los que no hacían ejercicio. La encuesta también halló que para la mayoría de los que hacían ejercicio, la calidad de su sueño es muy buena, en comparación con el 56 % de los que no ejercitaron.
"Si usted no lleva una vida activa, un paseo de 10 minutos al día podría mejorar su probabilidad de dormir bien por la noche", afirmó Max Hirshkowitz, del Colegio Baylor de Medicina. "Hacer este pequeño cambio e ir gradualmente realizando actividades más intensas, como correr o nadar, podría ayudarle a dormir mejor. Los resultados de la encuesta muestran una relación fuerte entre dormir bien y el ejercicio, por eso dormir bien es fundamental para gozar de buena salud, ser productivos y felices", aseguró Hirshkowitz.
Otros puntos destacados de la encuesta sobre el sueño revelaron que las personas sedentarias tienen el doble de probabilidades de sentirse excesivamente somnolientas durante el día. También tienen más riesgo de sufrir apnea del sueño (una afección médica grave en la que una persona deja de respirar durante unos momentos durante el sueño), que aumenta el riesgo de enfermedad cardiaca y accidente cerebrovascular y cuyos síntomas incluyen el cansancio, los ronquidos y la hipertensión.
De los resultados se deduce que el ejercicio unas horas antes de acostarse ayuda a dormir bien, lo que contradice la creencia de que puede ser perjudicial para el sueño. Sin embargo, la fundación del sueño afirma que las personas con insomnio crónico deberían seguir evitando hacer ejercicio al anochecer o de noche, si esto forma parte de sus programas de tratamiento.