El estado hidroelectrolítico de una persona que realiza actividades físico-deportivas a menudo es un tema que se piensa que no es importante.
Dejando a un lado la eficiencia o rendimiento que te puede ofrecer una hidratación adecuada, no solo durante la actividad, sino antes y después de realizarla.
Hidratación previa a la actividad física
La hidratación previa es de suma importancia, de forma muy general la American College of Sport Medicine recomienda en un artículo publicado en el 2009 tomar 17 onzas (500 ml) de agua 2 horas antes de ejercicio.
La mejor forma de verificar si tenemos un adecuado balance hídrico es observar la orina cuando vamos al baño, el color adecuado de la orina debería ser color amarillo claro o paja, un aumento en la coloración nos indicaría que necesitamos más líquidos antes de iniciar la actividad física.
Hidratación durante el ejercicio
La cantidad de líquido que se tiene que tomar durante la actividad físico-deportiva varía de acuerdo al tipo de ejercicio, la duración de, la temperatura y la humedad en la que se tenga que hacer la actividad.
A diferencia de una ingesta cotidiana de 67 onzas (2 L) de agua, una persona que realiza ejercicio en un ambiente caluroso y con alta humedad necesitaría hasta 135 onzas (4 L) aproximadamente.
El estar correctamente hidratado hará que tu rendimiento sea mejor y evita eventos desafortunados como golpes de calor, desmayos o calambres durante la actividad físico-deportiva.
Reponer el agua perdida durante el ejercicio
La mejor forma de calcular cuánta agua necesitas durante un entrenamiento es pesarse antes y después del mismo. La cantidad que pierdas en peso lo necesitarás en agua.
Hidratación posterior a la Actividad Físico-Deportiva
La recuperación posterior al ejercicio también es fundamental, se habla de forma general de tomar entre el 150 y el 200% del peso perdido para llegar a los niveles normales.
Hay que recordar que durante el ejercicio el sudor funciona como regulador de la temperatura y entre más caliente esté el cuerpo mayor será la sudoración por lo que el riesgo de deshidratarse es alto.
La reposición posterior al ejercicio asegura a la persona en cuestión estar listo para el siguiente entrenamiento.