Cerca de un 12 por ciento de la población de Estados Unidos sufre de una condición que puede llegar a ser incapacitante.
Las migrañas son ataques que van desde moderados a severos y las personas que la sufren con frecuencia suelen describir este dolor como pulsante o vibrante en un área de la cabeza. La migraña es tres veces más común en las mujeres que en los hombres
Durante los episodios de migraña, las personas se vuelven muy sensibles a la luz y al sonido. También pueden sentir nausea y vómitos.
Algunas personas pueden sentir cuando van a tener migraña porque ven destellos luminosos o líneas en zigzag o pierden temporalmente la vista antes de la aparición del dolor.
De acuerdo con el Instituto Nacional de Trastornos Neurológicos y Accidentes Cerebrovasculares hay varios factores que pueden desencadenar una migraña: ansiedad, estrés, falta de alimentos o de sueño, exposición a la luz, cambios hormonales (en mujeres), entre otros.
Por un tiempo, los médicos creyeron que las migrañas se relacionaban con la dilatación y el estrechamiento de los vasos sanguíneos de la cabeza.
Ahora piensan que la causa se relaciona con los genes que controlan la actividad de algunas células cerebrales. Las medicinas pueden ayudar a prevenir las crisis de migraña o a aliviar los síntomas cuando las crisis ya se han presentado. Para muchas personas, los tratamientos para aliviar el estrés también pueden ayudar.
Algunas medidas para aliviar el dolor
Especialistas de la Clínica Mayo señalan que la administración de medicamentos es una forma probada de tratar —y prevenir— las migrañas.
Pero los medicamentos solo son una parte. También es importante cuidarse bien y saber cómo afrontar el dolor de la migraña cuando aparece.
Ante el primer signo de migraña, lo recomendables es dejar de hacer tus actividades habituales si es posible.
Apaga las luces. Las migrañas suelen aumentar la sensibilidad a la luz y al sonido. Relájate en una habitación tranquila y oscura. Duerme si puedes.
Prueba con terapia de temperatura. Aplícate compresas frías o calientes en la cabeza o el cuello. Las compresas de hielo tienen un efecto anestésico, que podría atenuar la sensación de dolor.
Las compresas calientes y las almohadillas de calor pueden relajar los músculos tensos. Las duchas o baños calientes podrían tener un efecto similar.
Toma una bebida con cafeína. En pequeñas cantidades, la cafeína por sí sola puede aliviar el dolor de la migraña en las primeras etapas, o mejorar los efectos de alivio del dolor del paracetamol (Tylenol, otros) y de la aspirina.
Los que la sufren aseguran que las migrañas pueden impedir que concilies el sueño o pueden despertarte durante la noche. Asimismo, las migrañas también son desencadenadas por no dormir bien durante la noche.
Los hábitos alimentarios también pueden influir en tus migrañas. Por eso es importante que no te saltes las comidas y mucho menos hagas ayunos.
Trata de llevar un registro de los alimentos que comes para que identifiques los posibles desencadenantes alimentarios.
También se recomienda hacer actividad física porque en el ejercicio el cuerpo libera ciertas sustancias químicas que bloquean las señales de dolor enviadas al cerebro.
Estas sustancias químicas también ayudan a aliviar la ansiedad y la depresión, que pueden empeorar las migrañas.
¿Funcionaría una cirugía?
El doctor y cirujano plástico estadunidense Bahman Guyuron empezó a notar, hace un tiempo atrás, que muchas de las pacientes a las que les inyectaba toxina botulínica (o botox) para borrar la arruga del entrecejo empezaban a reportar que sus migrañas habían desaparecido.
Luego de estudiar detenidamente los casos, encontró que entre los 314 pacientes a los que les había hecho el levantamiento de cejas, 31 de los 39 que antes sufrían migrañas tuvieron una mejoría notable de sus dolores de cabeza.
El cirujano desarrolló una técnica quirúrgica para desactivar el movimiento de ciertos músculos faciales porque de acuerdo con sus estudios la mayoría de las migrañas ocurre cuando las ramas del nervio trigémino, uno de los que le dan sensibilidad a la cara, se irritan por el contacto que tienen con algún músculo que lo atraviesa.
Luego, con el tiempo, la teoría de Bahman Guyuron se convirtió en cirugía, se publicaron distintos estudios sobre su efectividad y alrededor del mundo se crearon los Centros de Cirugía de Migraña, liderados por el cirujano plástico alemán Thomas Muehlberger.
Sin embargo, otro grupo de médicos manifestó su oposición porque consideró que las migrañas y dolores de cabeza son una condición compleja.
En 2015, la Sociedad Española de Neurología publicó un comunicado en el que advirtió que la técnica no estaba recomendada “como opción terapéutica por ningún organismo regulador en los diferentes países del mundo”.
El doctor Fidel Sobrino, neurólogo de la Universidad Javeriana de la Sociedad Internacional de Dolor de Cabeza, considera que la migraña es una enfermedad genética que se manifiesta como un proceso neuroinflamatorio y que afecta varias partes del cerebro, por lo que no se debe operar.
En cambio, el doctor Rodrigo Soto, también de la Universidad Javeriana y el único que hace las cirugías de migraña en el país, explicó que se trata de un procedimiento sencillo en el que se cortan algunas ramas del nervio facial para inmovilizar de forma definitiva el músculo que genera la irritación del trigémino, como el músculo corrugador.
Advierte que para decidir si una persona puede ser candidata para la cirugía previamente deben cumplirse con varios pasos.
El paciente debe llenar un cuestionario sobre la intensidad del dolor, la frecuencia o los detonantes que hacen que aparezca la migraña.
La condición, además, debe ser severa, incapacitante y que las personas ya hayan intentado con otros tratamientos y fármacos sin tener éxito.
También se les hace una prueba de botox. Si luego de dos meses los pacientes reportan que sus migrañas disminuyen en un 50 %, ya sea en intensidad o en frecuencia, entonces son aptos para cirugía, pues se estima que de un 80 a un 85 % van a tener mejoría en la calidad de vida.
El doctor Ahmed Saad, uno de los fundadores del Migraine Surgery Center en San Diego (Estados Unidos) y que también ha ofrecido la técnica en el Instituto Javier de Benito de Barcelona es enfático cuando afirma que no cualquier persona con migraña puede ser candidato a la operación. "Para quien toma pastillas y le funciona no veo razón para la cirugía", dijo Saad.
Reconoció, sin embargo, que ha habido mucha demanda, a pesar de que no es muy conocida. “Cuando hay compresión en alguna de las ramas del nervio trigémino eso puede causar migraña", apunta.
Su técnica consiste en liberar la presión de esos puntos en el córtex cerebral, un procedimiento que dura entre 15 minutos y una hora.
Este especialista en cirugía plástica y reparadora destaca que la mayoría de las incisiones necesarias "son mínimamente invasivas y quedan debajo del pelo".
Aunque puede haber distintos casos, en general "en dos o tres días los pacientes pueden regresar al trabajo. Normalmente no experimentan molestias, algunos quizá presentan adormecimiento en el nervio, pero se pasa a las semanas o meses".
En cualquier caso, la cirugía de migraña es un procedimiento que aún genera controversia. Antes de tomar cualquier decisión siempre lo mejor será consultar a su médico.