Las nueces, maní o cacahuates son excelentes alimentos y destacan por sus propiedades y contenido nutricional, y por tener muchos beneficios para la salud.
Sin embargo, el maní y las nueces pueden contaminarse con aflatoxinas en los cultivos en el campo, cosechas y durante el almacenamiento de productos.
Las aflatoxinas son una familia de micotoxinas producidas por un hongo que se puede encontrar en las cosechas de maíz, arroz, maní o cacahuate, semilla de algodón y en menor grado árboles de nueces.
Existen cerca de 20 tipos diferentes de aflatoxinas. Las aflatoxinas B1, B2, G1 y G2 son las que se encuentran en alimentos.
Los principales hongos que producen aflatoxinas son Aspergillus flavus y d parasiticus, los cuales son abundantes en regiones cálidas y húmedas.
Las aflatoxinas que producen estos hongos pueden contaminar los cultivos en el campo, cosechas y en el almacenamiento de los productos.
En vista de la toxicidad y efectos cancerígenos que podrían tener los alimentos contaminados con aflatoxinas, el Departamento de Agricultura de EE.UU. (USDA, por sus siglas en inglés) y la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA) establecen como límite máximo de tolerancia a 20 ppb (una unidad en un millón) en los alimentos.
Los límites permisibles de aflatoxinas varían dependiendo del alimento y de cada país.
Las aflatoxinas B1 y M1 han sido clasificadas por la Agencia Internacional de Investigación del Cáncer (IARC) en el Grupo I de carcinógenos para los humanos.
¿Cómo podrías estar expuesto a las aflatoxinas?
Puedes estar expuesto a las aflatoxinas si comes por ejemplo maní o cacahuates contaminados o al consumir carne y lácteos de animales que han comido la semilla contaminada.
Así mismo, los granjeros y agricultores podrían también estar expuestos al inhalar polvo que se haya generado durante el manejo, cosecha o procesamiento de materia prima contaminada.
Daños en el hígado
Los síntomas de hepatotoxicidad en el hígado causado por aflatoxinas son: fiebre, malestar, anorexia seguida de dolor abdominal, vómito y hepatitis. Los casos de envenenamiento agudo son raros.
Luego de ingerirse, y mediante mecanismos oxidativos, las aflatoxinas pueden activarse en el hígado y convertirse en aductos (compuesto formado por dos moléculas sin producirse cambios estructurales).
Los aductos se unen al ADN y tienen un efecto carcinogénico y hepatotóxico en las células que se acumula durante años si se consumen con frecuencia alimentos contaminados con aflatoxinas.
Esta toxicidad crónica causada por aflatoxinas origina estos efectos cancerígenos.
¿Qué tipo de cáncer se encuentra asociado con la exposición a aflatoxinas?
La exposición a aflatoxinas se asocia con un incremento de riesgo de cáncer del hígado, según la publicación “Aflatoxinas” del Instituto Nacional del Cáncer de EE.UU.
¿Cómo puedo reducir la exposición a aflatoxinas?
Puedes ayudar a disminuir la exposición a aflatoxinas al comprar sólo marcas comerciales que el uso de maní (cacahuate), nueces y mantequilla de maní. Descarta aquellas nueces que se vean mohosas, decoloradas o resecas.
Filtros en EE.UU.
Para minimizar el riesgo, la FDA realiza pruebas de alimentos que podrían tener aflatoxinas, como maní o cacahuates y mantequilla de maní.
A la fecha, no se han reportado en los Estados Unidos enfermedades en humanos por consumo de aflatoxinas, como ha pasado en algunos países en desarrollo.
En estos países hay mayor prevalencia y exposición, a pesar de que se han implementado normativas con niveles máximos permitidos. Por lo que se necesita mejorar la seguridad, regulaciones y estrategias de control y vigilancia durante la cosecha, prácticas agrícolas y almacenamiento para asegurar el menor riesgo posible.
Los cacahuates o maní industrializados y la mantequilla de maní o cacahuate de marcas reguladas tienen un excelente control de calidad en su producción y siguen rigurosas normas para evitar la contaminación por aflatoxinas.
El consumo de nueces y maní (cacahuates) tiene muchos beneficios para la salud por sus propiedades y contenido nutricional, sólo asegura los que consumes sean de marcas que estén reguladas y libres de aflatoxinas.
Fuente: Aflatoxinas, publicación original del Instituto Nacional de Cáncer de EE.UU.