¿Cómo reaccionarías si te dijeran que podemos enseñarle a nuestro cuerpo a curarse por su cuenta?
Ya que la diabetes afecta la producción de insulina, que regula los niveles de glucosa en la sangre, una nueva investigación indagó sobre la posibilidad de "enseñarle" a las células pancreáticas cómo abordar este problema por sí mismas.
El páncreas contiene tres tipos diferentes de células, cada una produce diferentes hormonas que contribuyen a la regulación de los niveles de azúcar en la sangre:
- Células alfa: producen glucagón para aumentar el azúcar en la sangre.
- Células beta: producen insulina para disminuir los niveles de glucagón.
- Células delta: producen somatostatina, una hormona que regula la actividad de las células anteriores.
Tanto en los casos de diabetes tipo 1 como en la diabetes tipo 2, se ha relacionado la falta de insulina con problemas en las células beta pancreáticas.
Pero un nuevo estudio, realizado por investigadores de la Universidad de Bergen en Noruega, sugiere que con una pequeña intervención, podremos capacitar al cuerpo para que comience a producir niveles adecuados de insulina.
"Posiblemente estamos ante el inicio de una forma totalmente nueva de tratamiento para la diabetes, donde el cuerpo puede producir su propia insulina, con una ayuda inicial", dijo la coautora del estudio, Luiza Ghila, del Laboratorio de Investigación Raeder en el Departamento de Ciencia clínica en la Universidad de Bergen.
Los investigadores publicaron sus hallazgos en la revista Nature Cell Biology, donde analizaron la posibilidad de que algunas células alfa se convirtieran en células beta, con el objetivo de controlar los niveles de glucosa, liberando insulina.
Identidad celular
Cada célula de nuestro cuerpo se desarrolla para cumplir una función particular, pero la "identidad" que adoptan algunas de ellas no siempre resulta definitiva. Algunas células adultas son capaces de adaptarse, cambiar y reemplazar las funciones de otras que han muerto o se han dañado.
Sin embargo, los científicos aún se esfuerzan por obtener una mejor comprensión de cómo y cuándo ocurre esto, debido a que este proceso tiene un potencial importante en la medicina regenerativa.
En el estudio actual, los investigadores lograron, por primera vez, descubrir algunos de los mecanismos clave que permiten a las células "modificar" su identidad, concentrándose específicamente en las células alfa y beta pancreáticas, en ratones.
Encontraron que las células alfa responden a las señales que reciben de las células vecinas, durante situaciones de pérdida de células beta. Aproximadamente el 2% de las células alfa pueden "reprogramarse" y comenzar a producir insulina.
Al usar un compuesto capaz de influir en la señalización celular en el páncreas, los investigadores podrían aumentar la cantidad de células productoras de insulina en un 5%.
Si bien este número puede parecer pequeño, es un primer paso significativo para aprender a manejar el propio potencial de nuestro cuerpo, con el fin de combatir la diabetes.
"Si adquirimos más conocimientos acerca de los mecanismos detrás de la flexibilidad de esta célula, posiblemente podríamos controlar el proceso y alterar las identidades celulares para que se produzca más insulina", afirmó Ghila.
Otros beneficios
Estos hallazgos no solo se muestran beneficiosos para enfrentar los problemas de disponibilidad y acceso de insulina, debido al creciente número de personas que desarrollan la enfermedad y requieren de la hormona para sobrevivir.
También podría ayudar a impulsar tratamientos para otras enfermedades metabólicas, como el Alzheimer, donde la función de las células específicas del cerebro se ve afectada.
"La capacidad de las células para cambiar de identidad y función, puede ser un descubrimiento decisivo en el tratamiento de otras enfermedades causadas por la muerte celular, como la enfermedad de Alzheimer, y el daño celular debido a ataques cardíacos" destacó Ghila.
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