Cuando se ha encontrado el equilibrio para practicar regularmente algún deporte o al hacer ejercicio, generalmente se debe a que se han incorporado ciertos hábitos favorables en la vida diaria.
Paulatinamente, factores como la constancia, perseverancia, paciencia y entusiasmo, por mencionar algunos, se vuelven pilares para alcanzar la meta que se ha establecido.
El deportista está consciente de la entrega constante que es necesaria para lograr los resultados deseados y busca optimizar sus acciones para facilitar el proceso.
Mientras que el camino está lleno de retos y deslices, su mente se encuentra enfocada en los objetivos que ha impuesto y por ello está dispuesto a renunciar a elementos que puedan afectar al proceso o hacer cambios para obtener mejores resultados.
Una de las preguntas que surge es: ¿Qué puedo hacer para obtener mejores resultados? Una posible respuesta lleva a otra pregunta, ¿Qué factores puedo eliminar o cambiar para no afectar mi rendimiento?
Al identificarlos y trabajar sobre ellos, se estarán obteniendo mejores resultados simplemente al anular las cosas que en efecto le restan a todo el esfuerzo que se da constantemente.
Factores que afectan el rendimiento físico de un deportista
Existen gran variedad de factores que pueden influir en el rendimiento al momento de practicar un deporte. Tanto internos ( fisiológicos y psicológicos) como externos ( entorno, equipamiento, entre otros).
Algunos factores son sencillos de modificar y otros requieren mayor esfuerzo y constancia, entre ellos:
-Alimentación Inadecuada.
Consumir una alimentación que no esté equilibrada y que contenga muchos alimentos procesados o comida rápida puede afectar el rendimiento al no proveer los nutrientes necesarios para un óptimo desempeño.
-Omitir ejercicios de calentamiento y de estiramiento.
Al evitar los ejercicios de calentamiento y de estiramiento en la rutina de ejercicio se priva al cuerpo de una etapa crucial para que se encuentre listo y en óptimas condiciones para desempeñar la actividad demandante.
- Descanso o reposo inadecuado.
Si no se obtienen suficientes horas de sueño o no se le brinda un descanso a los músculos que se han trabajado durante el ejercicio, el cuerpo no tendrá oportunidad de recuperarse y asimilar los beneficios que se obtuvieron de la sesión de ejercicios por lo que en la siguiente ocasión puede presentarse fatiga.
- Ignorar alguna lesión.
El no atender una lesión física previa puede llevar a otros obstáculos más adelante.
- Entrenamiento insuficiente
Parte del entrenamiento debe cubrir ejercicios cardiovasculares si se planea obtener un alto rendimiento.
-Fuerza y resistencia muscular.
Incrementar la fuerza y resistencia que poseen los músculos es vital para poder lograr un mayor rendimiento.
-Monotonía en las rutinas de ejercicio.
Practicar distintas rutinas y alternarlas brinda mayores beneficios que realizar la misma rutina por largos periodos.
-Práctica irregular de las habilidades deportivas.
La constancia es vital para lograr un mejor rendimiento a largo plazo.
-Elementos psicológicos que pueden interferir en el rendimiento deportivo.
Aspectos como ansiedad, falta de concentración y compromiso, entre otros.
-Vestimenta o equipamiento inadecuados para la actividad.
-Factores climatológicos (exceso de calor o frío).
-Hidratación insuficiente.
-Consumo de alcohol y tabaco en forma regular.
Al considerar todos estos aspectos que pueden interferir en el rendimiento deportivo y trabajar en su corrección pueden lograrse mejores resultados.
Fuente: International Journal of Environmental Research and Public Health