Recientemente Argentina se convirtió en la octava nación en producir tests serológicos. En solo seis semanas, investigadores del Conicet (Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas) y del Instituto Leloir desarrollaron el kit "COVIDAR IgG", capaz de identificar si alguien está o estuvo infectado por el nuevo coronavirus (Sars-Cov-2).
Esto es posible gracias a que el test permite identificar los anticuerpos contra el coronavirus, es decir, la respuesta inmune frente a la infección por Sars-Cov-2. Los anticuerpos son proteínas que produce nuestro sistema inmunológico para atacar a ciertos antígenos, como virus, bacterias o alérgenos.
COVIDAR IgG no se emplea para un diagnóstico temprano, para ese fin se utilizan ensayos de PCR que detectan directamente al virus. Esto se debe a que los anticuerpos pueden detectarse en suero o plasma de personas con sospecha de enfermedad por coronavirus (COVID-19), generalmente tres, cuatro o incluso siete días tras el comienzo de los síntomas.
Este descubrimiento puede producir beneficios extremadamente informativos, ya que no solo permite medir la presencia de anticuerpos sino la cantidad de ellos, aseguró en una publicación del Conicet, Andrea Gamarnik, jefa del Laboratorio de Virología Molecular de la Fundación Instituto Leloir y una de las líderes del proyecto.
Cómo se usa
El kit consiste en una placa en la que se inmovilizan proteínas del Sars-Cov-2 y a la que luego se le agrega el suero del paciente. De esta forma, se evalúa como actúan las proteínas y se miden aquellas que son "atraídas" hacia los anticuerpos. Debido a que solo puede realizarse en laboratorios, Gamarnik reconoció que este test presenta limitaciones en comparación a las tiras reactivas, otro tipo de test rápido que puede realizarse en la calle. Aún así, aseguró que COVIDAR IgG es mucho más sensible y preciso.
Esto podría aprovecharse para controlar la evolución de los pacientes, el desarrollo de sus anticuerpos, saber quiénes y cuándo estuvieron contagiados, conocer cómo el virus se expandió por la población e incluso detectar pacientes que han sido asintomáticos.
Determinar cuántos anticuerpos se hallan en el plasma de las personas que se curaron también podría servir para seleccionar donantes para terapias como la de plasma de convaleciente. Esta práctica consiste en inyectar a un paciente grave los anticuerpos y otras moléculas del sistema inmunológico de una persona que se haya recuperado de una infección, con el objetivo de acortar la duración o disminuir la gravedad de sus síntomas.
Efectividad y producción
Tras realizar 5 000 análisis para comprobar su efectividad, el nuevo test fue registrado en la Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica (ANMAT). También se aplicó a muestras de suero de pacientes internados, confirmados o con sospecha de enfermedad por coronavirus, provenientes de hospitales y centros de salud de la Ciudad de Buenos Aires.
El test se realiza en placas que permiten analizar hasta 96 muestras a la vez mediante una técnica llamada ELISA, en la cual un antígeno "atrae" anticuerpos específicos. Es la misma prueba que se utiliza, por ejemplo, para la detección de la infección por Virus de la inmunodeficiencia humana (VIH). Según dijo Gamarnik, kits similares en Estado Unidos cuestan aproximadamente 700 dólares, mientras que el valor de los que su equipo produce podría ser hasta 10 veces menor.
Según confirmaron los expertos involucrados en el proyecto, están dadas las condiciones para ofrecer una producción de 10 000 pruebas por semana que podría alcanzar las 500 000 en un mes.
Aún se desconoce si estos test se exportarán a otros países. Al ser consultada al respecto en una entrevista para el programa Y Ahora Quién Podrá Ayudarnos, Gamarnik señaló que "hay otros países que están desarrollando ensayos similares. Esto [el desarrollo del nuevo test] no es una gran innovación. Es un método tradicional para medir anticuerpos". Y agregó: "Lo importante es que lo hicimos rápido y funciona muy bien".